FALSO QUE LA PRENSA HAYA CONTRIBUIDO A
DERRUIR EL AUTORITARISMO: LO RESPALDÓ
MAXIMILIANO CASTILLO R.
En unas declaraciones publicadas en Costa Rica, Roberto Rock, dueño del portal “La Silla Rota”, en su calidad de miembro de la directiva de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), esa organización de medio informativos, la mayoría de los cuales sostuvieron campañas de desprestigio contra gobierno democráticos, previas a golpes de estado, asevero que la prensa contribuyó en México a derruir el autoritarismo.
Esa afirmación es falsa y no resiste un análisis medianamente riguroso. Y menos si se conoce el comportamiento de los medios informativos mexicanos en cuanto va de este siglo, en el cual pasaron de ser incondicionales, sumisos y aplaudidores de los presidentes de la República a someterlos y ponerlos a su servicio. Los mandatarios eran autoritarios, pero sobre el pueblo, no sobre el poder fáctico económico y mediático, como aquí lo hemos explicado.
La historia de todos los golpes militares en América Latina muestra invariablemente que éstos estuvieron precedidos de ataques concertado, sustentados en mentiras y calumnias de los medios informativos en contra de las autoridades de corte progresista.
El mismo comportamiento ha asumido la prensa en las luchas electorales por las presidencias de la República de cada país, cuando los partidos de derecha y ultraderecha se han colocado en posición de ganar a los de izquierda en el poder: exageración de errores, ocultamiento o minimización de logros, invención de fallas y falseo de resultados positivos.
En México no habíamos tenido un gobierno de izquierda, empero ahora que gobierno uno cuyas políticas dan prioridad a los menos favorecidos por el crecimiento económico y le suprimió privilegios a quienes se enriquecieron con la corrupción de los últimos 38 años, los grandes medios informativos tratan de restarle bases de apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador, para generar las condiciones necesarias para derrotar a su partido en el 2021 y recuperar sus numerosos privilegios, de los que hemos hablado con frecuencia y abundancia en este espacio.
No sólo no contribuyeron a derruir el autoritarismo, sino lo defendieron con uñas y dientes, porque les convenía. La llamada gran prensa más bien colaboró en forma decidida a los esfuerzos de los gobiernos del PAN y del PRI para impedir que el actual mandatario ganara las elecciones presidenciales de 2006 y 2012. Lo calumniaron, lo difamaron en forma despiadada. Fue todo lo contrario a cuanto sostuvo Roberto Rock.
Casi todos los diarios, noticieros de radio y televisión y casi todos sus periodistas más conocidos combatieron con saña a López Obrador durante toda su vida de opositor, pero particularmente a partir de 2005, cuando se convirtió en un temible adversario para el régimen corrupto y una amenaza real para los privilegios de los dueños de la riqueza nacional, muchos de ellos propietarios también de los medios informativos.
Apoyaron al autoritarismo y lucharon contra quien podía derruirlo. Se enriquecieron con la corrupción que propiciaron, y ahora buscan restaurarlo para recuperar sus privilegios, y por hacen oposición al gobierno de la cuarta transformación, contrariamente a lo dicho por Rock.