El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la crisis económica no ha terminado, y recomendó a los gobiernos mantener su gasto (de manera inteligente).
De acuerdo con el organismo internacional, la crisis generada por las medidas implementadas para enfrentar a la COVID-19 dejará “heridas profundas”, en términos de destrucción de capital humano, por el prolongado desempleo, cierre de escuelas, erosión de valor por el quiebre de empresas y una menor inversión de los gobiernos ante el crecimiento de la deuda.
No obstante, muchos gobiernos prevén mejorar su balance fiscal el próximo año, eliminando los apoyo o estímulos ofrecidos a la población y empresas para superar la crisis, los cuales se deberían mantener por más tiempo, dado el riesgo de retirarlos de manera prematura.
Para el fondo, lo recomendable, mientras sea posible, es “evitar el endurecer la política fiscal, continuar con los estímulos y prepararse para la nueva realidad”. Caso contrario, al menos se debería mantener el apoyo a la población más pobre y vulnerable, la cual será la más afectada al final de la crisis.
