*Los cooperativistas no laboraban: pagaban poco a otros para hacerlo.
DE LA CORRESPONSALÍA
Acapulco, Gro.- De acuerdo con la información del gobierno federal, hay empresas que proporcionan personal a otras, para liberarlas de sus responsabilidades patronales. Y tienen a su servicio hasta 250 mil asalariados, pero no disponen de infraestructura propia ni para ubicar a 10 trabajadores.
“Su negocio consiste en pagarle poco a su personal y cobrarles mucho a las empresas a quienes les pone a su disposición decenas, miles y decenas de miles de asalariados, en una cruel conversión de la mano de obra en mercancía, ante la indiferencia de las autoridades del trabajo”, comentó el economista y académico Pedro Pablo Soberanis Alarcón.
A este sistema le pusieron un nombre elegante: “Outsourcing”, para esconder una cruel realidad de explotación laboral y violación de los derechos de los asalariados, colocados en condiciones de semiesclavos, destacó el especialista en derecho laboral.
Luego reveló que esta forma de explotar trabajadores y anularles sus derechos tiene antecedentes en México en el trabajo de los estibadores en los puertos, pero -aclaró- “esa forma de ‘Outsourcing’ era juego de niños frente a las deshumanización de lo que ocurre ahora en perjuicio de 4 millones 600 mil mexicanos, hombres y mujeres contratados por estas empresas y luego revendida su fuerza productiva”.
Soberanis Alarcón explicó que las cooperativas de trabajadores de los puertos se encargan de descargar contenedores, una tarea por la cual ganan bien como socios cooperativistas. En otros casos tienen sindicatos, pero en ambas situaciones les permitían subcontratar a otras personas para hacer la tarea por ellos, a cambio de una paga equivalente a la tercera parte de lo cobrado por el integrante de una u otra organización.
El trabajo de estibador no requiere calificación, ni experiencia. Por eso siempre había mano de obra ociosa dispuesta a trabajar por el equivalente a uno o dos salarios mínimos, “mientras el sindicalista o cooperativista cobraba 3 ó 4 veces más, sin trabajar”, detalló el entrevistado.
Es lo mismo que hacen las empresas del sistema “Outsourcing”, con la diferencia de que un estibador sólo podía explotar a otro trabajador, y las subcontratadoras manejan hasta un cuarto de millón de asalariados, a quienes registran, cuando bien les va, en el sistema de seguridad social con el salario mínimo, no les permiten crear derecho de antigüedad y les violan su derecho a las utilidades de las empresas donde laboran, porque no es su personal.
“Mediante una serie de maniobras ilegales, las ‘Outsourcing’ inflan gastos o inventan operaciones mediante el uso de facturas falsas para evadir el pago de impuestos y llegan a la rapacidad de declarar pérdidas anuales”, concluyó el experto en derecho laboral.