*Maradona fue sin duda un gran ídolo mundial. *Pelé perdió simpatía en Brasil por ponerse al servicio de USA en gestión de un mundial.
De la redacción
El fallecimiento del ex astro del futbol mundial, Diego Armando “Pelusa” Maradona revivió la vieja polémica de los aficionados sobre si éste fue mejor, igual o no tuvo la jerarquía del brasileño Edson Arantes do Nascimento, conocido en el mundo simplemente como “Pelé”.
Las opiniones se dividen casi en partes iguales, por lo que el debate no permite sacar una conclusión definitiva. Otros consideran indebido comparar lo hecho por cada uno de ellos en distintas épocas. El “Rey” Pelé le llevaba 20 años de edad a Maradona, y las condiciones del balón eran diferentes cuando ambos estaban en su apogeo.
Los aficionados, generalmente de entre los 60 y 70 años, ubican al ex seleccionado brasileño y tres veces campeón mundial, la primera ocasión, a los 17 años, como el mejor de todos los tiempos, por esos logros que le fueron ajenos a Maradona, quien sólo ganó un torneo de esa importancia.
Además, aducen, Pelé fue más completo como futbolista, porque tenía mucha potencia, habilidad, disparaba bien con ambos pies, tenía un gran resorte, por lo que saltaba muy alto y por eso era un letal rematador de cabeza. El argentino no sabía cabecear, y sólo era bueno con el pie izquierdo, justamente las mismas desventajas que le encuentran a Lionel Messi.
MARADONA, MÁS ÍDOLO
En lo que no hay discusión es en la mayor idolatría de Maradona en su país que la que tiene Pelé en Brasil, a pesar de los tres campeonatos mundiales que le dio, porque no sólo participó en las selecciones campeonas, sino fue decisivo para ganar los torneos.
Lo cierto es que un alto porcentaje de los brasileños le retiró su admiración a su ex astro del balompié mundial, por su inexplicable decisión de ponerse al servicio de Estados Unidos en las gestiones para obtener una sede mundialista, en contra de los trámites de Brasil para organizar ese torneo. Nadie entiende qué pudo motivar a Pelé a darle la espalda a su nación, aunque seguramente fueron razones económicas poderosas las cuales lo convencieron.
