*En 2018 tuvo descuidos al dar candidatura a gente contraria a su ideología.
De la redacción
Morena, como fuerza partidista, recuperó la mayoría absoluta en la Legislatura Local, al incorporarse a su bancada la diputada Julieta Villalpando Riquelme, quien ganó el cargo postulada por el PT y después se cambió al PES, de donde salió ahora.
Se trató de un movimiento dentro de los partidos de la coalición legislativa mayoritaria, que le permitió al morenismo alcanzar el número clave de 38 curules, para ser mayoría absoluta, sin alterar la correlación de fuerzas políticas derecha-izquierda.
En las elecciones legislativas locales de 2018 el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y sus aliados aplastaron al PRI y al PAN y lograron la mayoría calificada en la 60 Legislatura Local, a pesar de los ríos de dinero gastados en las campañas por sus adversarios ideológicos y los programas sociales del Poder Ejecutivo estatal, encabezado por el gobernador priista, Alfredo del Mazo Maza.
La corriente de izquierda nucleada en MORENA, de golpe y porrazo se convirtió en la primera fuerza de esa ideológica en ganar la mayoría de las curules locales y también en alcanzar la calificada, lo que ninguna formación política había logrado en muchos años, ni siquiera el PRI, según un análisis de “El Espectador”.
No obstante, la deserción de su diputada Claudia González Cerón y su adhesión al PRD le quitó esa mayoría. Además, maniobras de los intereses del PRI y el PAN lograron otras deserciones de la izquierda para aumentar el número de legisladores de la derecha, especialmente del PAN.
Descuidos graves al momento de las postulaciones de candidatos de la coalición “Juntos haremos historia” propiciaron el arribo a las curules a gente sin convicciones ideológicas de izquierda, cuyo caso muy ilustrativo lo constituyó el de una mujer sin carrera, ni formación política, ni ideológica: la diputada Crista Amanda Spohn Gotzel, quien desbarató la mayoría calificada de la coalición que la llevó al triunfo: dejó las filas del PT y se incorporó a la derecha, específicamente al PAN.
La alianza MORENA-PT-PES la sacó del anonimato y la encumbró: al final la dejó sin la mayoría calificada, necesaria para las reformas constitucionales y designaciones relevantes del Poder Legislativo. Faltó rigor al escogerla para la candidatura.
La diputada, que en un año y 8 meses fue morenista, petista y ahora, panista, carece de bases sociales, de formación política e ideológica. Trabajo en labores secretariales para un despacho jurídico durante 13 años, hasta que renunció a su plaza laboral en enero de 2018 para ser candidata de Morena a diputada local de lista, y beneficiarse del fuerte liderazgo político, electoral y social del tabasqueño.
Villalpando Riquelme le devolvió la mayoría absoluta a Morena, perdida en 2019, por las deserciones como la de González Cerón. Esas fugas evidenciaron las equivocaciones de la izquierda al postular candidatos y candidatas en 2018.
Cuadros de Morena creen que tanto el PRI como el PAN maniobrarán para seguir reduciendo el peso numérico de su partido en la Cámara, aunque no sea el tricolor quien aumente su número de diputados, sino el panismo, su posible aliado en el Estado de México en las elecciones de ayuntamientos, legislativas federales y locales del 2021.