*El consumo de alcohol causa 7.2% de las muertes prematuras.
De la redacción
El consumo de alcohol en México tiene efectos más devastadores en la salud, vida y economía de los adictos de bajos ingresos; es decir, en la población pobre, que es el segmento mayoritario. Y ocasiona en el país el 7.2 por ciento de las muertes prematuras evitables.
Se insiste mucho en que es un grave problema de salud y lo es para todos, pero en los consumidores de bajos ingresos adicionalmente es económico, lo cual no ocurre con quienes ganan mucho dinero, según un estadio de la Comisión Nacional contra las Adicciones.
El titular de la misma, Gady Zabicky Sirot expuso su preocupación por el aumento del porcentaje de mujeres que se están volviendo adictas al alcohol a un ritmo mayor que el de los hombres. El fenómeno afecta también a niños desde los 11 años.
Ya no se trata de quienes toman bebidas embriagantes en reuniones sociales esporádicas, sino de quienes tienen dependencia del alcohol, casi igual que los hombres adictos.
El funcionario del sector salud federal alertó igualmente sobre el problema representado por el alcohol adulterado que se vende más barato, pero puede ocasionar la muerte, como ocurrió con cientos de personas en los últimos tiempos en Puebla y Morelos.
En lo que hace al mayor impacto en la salud, vida y economía de los adictos pobres, Zabicky Sirot explicó que por sus mismas condiciones de mala alimentación están desnutridos, por ello los efectos perniciosos de la bebida los dañan más en muchos sentidos.
Sustraen el dinero destinado a comprar alimentos y satisfacer otras necesidades básicas para destinarlo a adquirir bebidas embriagantes, en perjuicio de la familia y especialmente de los hijos.
Los otros problemas son la ausencia al trabajo, el abandono de las plazas laborales o el despido por faltar con frecuencia, lo cual agrava la situación económica en los hogares.
Las dificultades se expresan también en las enfermedades de los adictos al alcohol, como la cirrosis hepática, el enfisema pulmonar y cáncer y otros padecimientos graves que ocasionan la muerte, por lo cual urge modificar el marco legal y homogenizarlo en todas las entidades federativas, especialmente para limitar o prohibir el consumo, como se hizo con el tabaco.