El pago de intereses de la deuda de los más ricos del país, que Ernesto Zedillo Ponce de León convirtió en pública en 1999, costará este año más de 52 mil millones de pesos en intereses, comisiones y una leve amortización. Desde ese año se han pagado más de 900 mil millones de pesos, pero la deuda todavía anda por los 1.5 billones de pesos. Al ritmo de pagos actuales, se terminará de pagar en 2070.
Esto quienes decir que los que pagamos impuestos habremos aportado 2.5 billones de pesos en setenta años. Dos generaciones completas de trabajadores se habrán jubilado en el lapso, millones de jóvenes se habrán incorporado al mercado de trabajo formal y otros tantos de empresas habrán nacido y desaparecido en ese tiempo, pero todos, a través de sus impuestos, habrán ayudado a rescatar las fortunas de algunas de las familias más ricas y poderosas del país.
Ese denominado rescate bancario consistió en que el gobierno asumió como propia las deudas incobrables de los más ricos del país, incluidos banqueros improvisados por el régimen priista. Y ahora debe pagarla a los bancos.
Inicialmente Zedillo informó que costaría 100 mil millones de pesos, y después corrigió a que serán 480 mil millones, pero las deudas impagables sumaron al final (corrupción de por medio), más de 850 mil millones de pesos. Ya se pagó más de ese monto y el monto del débito sube en lugar de bajar. Así se las gastaban los gobiernos neoliberales, y así es como quieren que vuelva a ser el país los opositores de la 4T.