*Las autoridades llaman a mantener las medidas preventivas y a no confiarse.
De la redacción
México está entre los diez países del mundo en recibir y aplicar las primeras dosis de vacunas anticovid-19, la pandemia que ocasiona estragos en la salud, vida y economía del mundo. Y fue el primero de hacerlo en América Latina, generando optimismo sobre el inicio del fin de la crisis sanitaria.
No obstante, las autoridades del sistema nacional de salud (integrado por 32 sistemas estatales) intensificaron su llamado a la población para actuar con responsabilidad y no incurrir en descuidos que puedan propiciar los contagios y, en los casos de quienes padecen hipertensión, diabetes, obesidad, cáncer, daños pulmonares o edad avanzada, enfrentar complicaciones y la muerte.
Por las características del antídoto, el proceso de aplicación es complejo y, adicionalmente, los volúmenes recibidos son reducidos. Se espera que al finalizar este mes se hayan recibido cerca de un millón 500 mil vacunas, para después aumentar mucho el suministro y extender las franjas de la población que la irán recibiendo.
De acuerdo con las autoridades de salud, lo importante es que ya se está recibiendo y aplicando la vacuna, y sus efectos serán benéficos, pero insistieron en que ese futuro no debe conducir a creer que pueden abandonarse las medidas preventivas.
EFECTO COMO EL DE BRECHAS CORTAFUEGO
De acuerdo con explicaciones de los científicos encargados de la estrategia anticvid-19, que recurrieron a ejemplos sencillos para entender los efectos sanitarios y sociales de las vacunas, estas operarán como lo hacen las “brechas cortafuegos”, muy conocidas por los campesinos de las zonas forestales.
Es decir, cortarán las cadenas de contagio e impedirán la propagación del nuevo coronavirus cuando las franjas poblacionales queden inmunizadas, por ello el futuro sanitario de México y el mundo pinta mejor de como lo hacía a mediados del año pasado, cuando no había certeza sobre el tiempo que llevaría contar con el antídoto.
Según las proyecciones de la autoridad, cuando se alcance un 20 por ciento de población vacunada, los casos y contagios en el país podrían reducirse hasta en un 80%, facilitando de manera importante el manejo de la pandemia.
BUEN ORDEN DE PRIORIDADES EN APLICACIÓN
El gran respeto y reconocimiento ganado a pulso, a costa de altos riesgos, por el personal de salud y específicamente del encargado de atender a los pacientes del coronavirus, hizo que la comunidad nacional apoyara la decisión de inmunizarlo primero.
Después seguirán los ancianos y quienes padecen comorbilidades que representan riesgos en caso de contagios y los estratos de menor edad.