*No obstante, necesita 240% de aumento para recuperar lo perdido en 36 años.
GABRIEL L. VILLALTA
Entre 1982, el año de inicio de la etapa del neoliberalismo, hasta su fin en diciembre de 2018, el salario mínimo perdió el 75 por ciento de su poder de compra. Conservó sólo una cuarta parte; es decir, el 25 por ciento, de acuerdo con un análisis comparativo de “El Espectador”.
Entre 2018 y 2020 la conocida también como “paga mínima legal” tuvo incrementos históricos, y acumulados, la mejora representa para 2021 un 61 por ciento, porque al monto de los incrementos de 2019 y 2020 se le aplicó el 15 por ciento de este 2021.
En términos absolutos, el minisalario creció 53.34 pesos diarios, al pasar de los 88.36 pesos por día en diciembre de 2018 a los 141.70 pesos para el presente año, lo cual constituye el mayor aumento acumulado en tan corto tiempo. En la frontera norte este nivel de ingreso es el doble que en el resto del país.
El fortalecimiento de la capacidad adquisitiva es más notorio y positivo porque la inflación acumulada en los dos primeros años del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador fue del 6 por ciento, contrariamente a lo ocurrido en los 36 años anteriores de referencia, cuando los aumentos salariales fueron inferior al encarecimiento del costo de la vida.
Fue, precisamente, esa política salarial la que abatió el poder de compra del salario mínimo, hasta acumular un deterioro del 75 por ciento. Y el daño ha sido mayor si se toma como referencia el año de 1976, cuando alcanzó su mayor poder adquisitivo.
El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAEM) de la UNAM destaca que más allá de los porcentajes y números absolutos relacionados con la paga mínima legal, su deterioro indica que se desplomaron los niveles de bienestar y calidad de vida de millones de familias que todavía perciben ese nivel de ingresos.
AUMENTO DE 240% PARA RECUPERAR LO PERDIDO
Una interpretación precipitada del fenómeno del achicamiento de los salarios mínimos y del monto de los porcentajes de alza acumulada, del 61 por ciento de enero de 2019 a la fecha podría llevar a la conclusión de que si en la etapa neoliberal la paga mínima legal perdió el 75 por ciento de su poder de compra y la mejora en el actual gobierno fue del 61 por ciento, entonces con 14 por ciento más se recuperará la capacidad de compra que tenía en 1982.
No es así, porque la pérdida de poder compra del 75 por ciento representó tres cuartas partes. Sólo conservó una cuarta parte o 25 por ciento, por lo que aun con el 61 por ciento de incremento acumulado en la actual administración se necesita otro 240 por ciento adicional para recuperar lo perdido. De esa dimensión fue el daño a los ingresos de los trabajadores que ganan menos y a sus niveles de bienestar en 36 años de neoliberalismo.