La ultraderecha golpista, siempre y en todo el mundo, tiene pensamiento primitivo, pero en México se trata de una ideología propia de la época de las cavernas.
Cuando un grupo de médicos cubanos llegó a México para apoyar al personal de salud nacional al inicio de la pandemia de Covid-19, FRENAA denunció que en realidad venían para adoctrinar a los mexicanos y ‘convertirlos’ al comunismo.
Carecía de sentido común afirmar que a un hospitalizado o, peor aún, a un intubado por Covid-19 se le podía inculcar la ideología comunista, que por lo demás en el mundo no existe el comunismo.
Ahora que existe la posibilidad de adquirir la vacuna rusa “Spuntnik”, la ultraderecha llama a no aceptarla, porque, asevera, va inocular la ideología comunista, cuando Rusia es ahora ultra capitalista.
Lo anterior sería risible si no reflejara la presencia en México de un pensamiento radical, primitivo y mágico, en gran parte de los sectores opositores a la 4T, pero resulta de miedo cuando se toman en cuenta los recursos económicos y la capacidad de difusión con que cuentan esos grupos.