*Lejos de obtener descuento por volumen, acabó pagando más.
De la Redacción
El gobierno estatal compró pavos en diciembre con un sobreprecio del 62.5 por ciento sobre el precio de mercado, detectó el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México. Fueron adquiridos para regalarlos a los policías, con un costo cercano a los 13 millones de pesos, según lo difundió el periodista Héctor Peñaloza Sánchez.
A precio de menudeo, esos pavos debieron costar menos de 8 millones de pesos, pero por mayoreo se debieron comprar a un precio todavía menor, porque se obtienen descuentos y, precisamente, de eso se tratan las economías de escala.
En este caso, al no conseguir una rebaja en el precio y, por el contrario, adquirirlos con 60 por ciento de sobreprecio, se está ante un claro ejemplo de corrupción. Además, la empresa proveedora no tenía experiencia en la comercialización de estos productos.
El asunto debe preocupar a los mexiquenses, porque si en una compra que debía ser por menos de 8 millones de pesos se pagaron casi 5 millones extra, y cualquiera podría constatar que los precios no correspondían a los de mercado; con esa corrupción, cómo serán los montos extra en compras de cientos o miles de millones de pesos, en los cuales prevalece la opacidad.
No es descabellado suponer que estas prácticas sean comunes en las compras del gobierno estatal, y el tema llama más la atención cuando se discute en la cámara el presupuesto 2021.
El GEM quiere contratar deuda, pero si todas sus compras son como las de los pavos, antes que autorizarse el endeudamiento, deberían auditarse los tres años de ejercicio y, de encontrarse arraigada esta práctica de las compras con sobreprecio, denunciarse y castigarse a los culpables, pues bien podría ser que una tercera parte del presupuesto para adquisiciones se haya pagado corruptamente con sobreprecios.
