LA CENSURA Y SU DAÑO COLATERAL.
Jairo A. Tell
En días pasados comentaba con un grupo de amigos en una charla de sobremesa la serie de sucesos que ocurren en el país con motivo de las próximas elecciones. Los acontecimientos, que se presentan día con día en todos los ámbitos, en todos los medios y en todos los niveles de la sociedad. Uno de los tópicos que salió a relucir fue sin duda: lo ocurrido a Andrés Manuel López Obrador durante su visita a los E. U. para reunirse con Donald Trump con motivo del TEMEC en donde le gritaron “AMLO te amamos”.Esta reacción no es más que el síntoma de una sociedad altamente politizada, que ya no se chupa el dedo, ni cambia oro por espejitos; es sin duda la manifestación más clara de que nuestros coterráneos avecindados en territorio norteamericanos, saben discernir entre lo bueno y lo malo en cuestión política. Por otra parte, el creciente descontento alimentado por pintorescos personajes que gobernaron nuestro país durante la “Docena Trágica” y el subsecuente a cargo de los yuppies, dieron como resultado el ascenso de la izquierda al poder. Las gestiones de Fox, Calderón y Peña Nieto fueron francamente desastrosas al frente del gobierno de la República Mexicana.
“Para acabarla de acabar” las esposas de estos obscuros personajes ávidas de fama y reflectores se vieron involucrada en una y mil situaciones que alimentaban su ego; maniobras turbias, que en su momento trataron de ser minimizadas u ocultadas por los grandes medios y solo se dejaron entrever gracias al trabajo de algunos osados periodistas que fueron despedidos injustificadamente por orden expresa de la primera dama, y posteriormente perseguidos o asesinados. En el fragor de la charla salió a relucir el asunto de la censura orquestada por el malquerido Lorenzo Córdova Vianello y Ciro Murayama Consejeros del INE, aprovechando el viaje de lo ocurrido a Donald Trump por la toma del Capitolio. Más de uno aplaudió la censura aplicada por los medios y las redes sociales al mandatario norteamericano. Lo que más de uno de los participantes no se explica o tal vez trata de entender es por qué seguir encubriendo o defendiendo lo indefendible en el asunto de las elecciones, cuando se tiene la oportunidad histórica en las manos, de quedar bien con el pueblo.
La respuesta no se hizo esperar, pues las fotografías publicadas en donde se observa a Lorenzo Córdova reuniéndose con Claudio Xicoténcatl González y Gustavo de Hoyos, así como con los líderes de la coalición PRI-PAN-PRD denominada “Va, Por México”. Ni que decir de las tranzas hechas por innumerables personajes de la política y de los medios en donde sale a relucir la voracidad de más de uno. Ahí está como ejemplo el reciente video de “Riqui Riquin Canallin” Anaya anunciando su interés por contender en 2024, en un claro acto anticipado de campaña. Pero no es todo lo que se le sabe, basta con abrir un periódico, escuchar la radio o ver la televisión o simplemente preguntarle a la gente del pueblo sobre los bienes y propiedades que expresidentes, exgobernadores y exalcaldes poseen y las fuertes cantidades que invierten en cosas inimaginables. En otro tenor el sentir general de este grupo de amigos y me atrevo a pensar que del grueso de la población es el hartazgo por el constante bombardeo mediático a que estamos sometidos; políticos de gran arrastre, políticos de medio pelo y verdaderos desconocidos hacen acto de presencia para darnos a conocer su “Oferta política”, sin reparar un solo instante que en 20 segundos no pueden atraer la atención del electorado, mucho menos, despertar su entusiasmo, más bien han logrado el efecto contrario; esto es, que los potenciales electores descubran sus negras intenciones.
La persistente repetición de spots, pone al descubierto sus limitaciones, porque muchos de ellos han desempeñado cargos públicos y nunca se ha visto su trabajo, es más algunos de ellos (los menos gracias a dios) son herederos de una tradición francamente nefasta, aunque dichos personajes traten por todos los medios de disfrazar su parentesco y deslindarse de aquellos forjadores de su carrera política. Ante todo esto ¿Por qué decimos que un daño colateral?, pues nada más porque, gane quien gane en tal o cual elección, el pueblo es el que pierde, pues el poder solo cambia de manos y de colores y el rumbo del país sigue algarete.
Ejemplo de ello son los millones de pesos que el INE otorga a los partidos políticos y los tiempos para spots de radio y televisión, con una duración de 20 segundos cada uno, destinados a las campañas electorales del 2021, que solo benefician a unos cuantos. Además, mediante el truco de pagar entrevistas y propaganda disfrazada de información. Estos, ahora están jugando en contra del gobierno en turno en una especie de nado sincronizado, teniendo como punta de lanza a Lorenzo Córdova, a quien se le ve con el rostro desencajado por los errores que comete día a día en su afán por desaparecer las mañaneras y la inminente pérdida del hueso. De igual manera, cada los candidatos de las diferentes fuerzas políticas arrastra tras de si una estela de mala fama, que ponen en entredicho su honorabilidad, por lo tanto su credibilidad y elegibilidad se tambalea.
Por otra parte, terrible decepción, la que hemos experimentado los participantes en la charla, pues personajes que pretenden erigirse como líderes de opinión, ni tardos, ni perezosos se han manifestado abiertamente como simpatizantes de los partidos de derecha (PRI, PAN y PRD), y atizando todo el poder que les da el micrófono arremeten en contra de quien consideran ya el enemigo a vencer. Un daño terrible es el que ocasionan estos y otros personajes al periodismo, de igual manera desprestigian a los verdaderos comunicadores y periodistas. El daño colateral que infringen a esta noble labor es de consecuencias desastrosas.