*Asuntos de USA impactan a México. *Posible regularización de migrantes.
De la redacción
Las campañas electorales por la presidencia de Estados Unidos, la jornada de votación y el conflicto poselectoral fueron seguidos con mucho interés por las autoridades y la población mexicana.
No fue ocioso, sino justificado, pues a nuestro país le impactan como a ningún otro, para bien o para mal, los problemas internos de la vecina nación, por factores reales e inmodificables algunos de ellos.
Con una frontera de tres mil 180 kilómetros y 38 millones de mexicanos y descendientes de mexicanos que radican y trabajan con documentos o sin ellos en el territorio estadounidense – de donde envían 40 mil millones de dólares al año-, el anunció de una posible reforma migratoria para regularizar migrantes es buena noticia.
Por si fuera poco, la economía mexicana está profundamente integrada a la de Estados Unidos desde antes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero más ahora con el nuevo acuerdo trilateral que incluye a Canadá, el T-MEC.
Finalmente, los Estados Unidos son el destino de 80% de las exportaciones de nuestro país, y por ellas nuestro país obtiene un superávit en su balanza comercial. Todo ello explica y justifica el seguimiento del proceso electoral ya concluido.
EL CASO DE LOS DREAMERS
El arribo de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos ha significado la posibilidad de que miles de mexicanos quienes estudian o laboran de manera irregular en el territorio norteamericano logren obtener los papeles que legalicen su presencia y actividades en aquel país. Este fenómeno social, el caso de los ‘dreamers’, es un asunto que tendrá impacto y repercusiones a corto y mediano plazos en ambas naciones, afectando temas de dinámica poblacional, intercambio comercial, migración y fenómenos culturales, entre muchos otros.