De la Redacción
Con 6 mil 154 hospitalizados por Covid-19, de los cuales 3 mil 162 están en nosocomios de la Ciudad de México; cerca de 23 mil fallecidos y 146 mil 141 casos confirmados de contagios, el Estado de México volverá al semáforo naranja el próximo lunes 15, anunció ayer el gobernador Alfredo del Mazo Maza.
En ese color de semáforo se permitirán actividades prohibidas en el semáforo rojo, aunque algunas de ellas ya se realizaban de manera clandestina o por desinformación de las unidades económicas involucradas.
La entidad había regresado a semáforo rojo desde el mes de diciembre, tras un aumento en el número de contagiados, hospitalizados y fallecidos. Esa situación se mantuvo durante ocho semanas, durante las cuales las actividades económicas se vieron severamente afectadas, significando el cierre de numerosos negocios, impacto aún no cuantificado por las autoridades.
Sin embargo, el problema del Estado de México es que el coronavirus tiene aquí una letalidad del 80 por ciento mayor al promedio nacional; es decir, los mexiquenses que contraen Covid-19 tienen 80 por ciento más riesgo de morir que el promedio del país.
En esas condiciones, el reinicio de actividades debería venir acompañado de un seguimiento puntual de las medidas de contención de la enfermedad, de lo contrario, una tercera ola de contagios será una amenaza latente. Las autoridades deberán intensificar sus campañas de concientización ciudadana, sobre todo ahora que el anuncio de la campaña de vacunación podría darles una falsa sensación de seguridad a muchos, llevándolos a relajar las medidas de protección.