*La impunidad real es mucho más grave: se denuncian sólo 7 mil de cada 100 mil delitos.
De la redacción
(Primera parte)
En forma indirecta, sin ser esa su intención, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México (TSJ), Ricardo Sodi Cuellar, evidenció la alta impunidad prevaleciente en el Estado en materia de delitos penales y exhibió la baja eficacia de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en el combate a la delincuencia.
En su primer informe de actividades como cabeza del Poder Judicial del Estado, Sodi Cuellar dio a conocer que durante 2020 los órganos jurisdiccionales mexiquenses en materia penal de primera instancia radicaron 15 mil 364 expedientes.
El número es reducido comparado con las aproximadamente 341 mil 277 carpetas de investigación abiertas el año pasado, según información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Ya es muy grave que de ese universo de expedientes penales iniciados sólo se hayan integrado y judicializado (antes les llamaba ‘consignado ante jueces’) 15 mil 364, pero el alto nivel de impunidad es socialmente más desastroso si se toma en cuenta el dato del magistrado: sólo se dictaron 3 mil 594 sentencias condenatorias en primera instancia.
Los castigos representaron menos del 1.1 por ciento de las carpetas de investigación abiertas en los 12 meses del año 2020, y todavía deben descontárseles las sentencias condenatorias revocadas en segunda instancia o por la justicia federal mediante amparos. La impunidad es casi del 99 por ciento de los expedientes penales abiertos.
Estas condiciones de inseguridad, delitos, violencia e impunidad son más, mucho más graves porque el SESNSP, en el cual participan los gobernadores, estima que se denuncian sólo el 7.0 por ciento de los delitos cometidos.
Es decir, en suelo mexiquense, esas 341 mil 277 denuncias que dieron lugar a igual número de carpetas de investigación son sólo el 7 por ciento de los delitos cometidos, la cifra total de agravios contra los mexiquenses debe rondar los 4.9 millones de ilícitos.
Tomando esto en cuenta, se puede afirmar que en el Edomex cometer delitos, ser denunciado, terminar preso y con una sentencia condenatoria es un riesgo mínimo, lo cual alienta a los delincuentes.