De la Redacción
Parece fundada la imputación de que al ahora gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, el “Cartel del Golfo” le financió su campaña para alcalde de Reynosa en 2004. Han pasado diecisiete años desde entonces, y la carrera política del personaje ha ido en aumento desde entonces.
La versión del financiamiento no es descabellada, pues ese grupo criminal tuvo a su servicio a los gobernadores Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, presos en Estados Unidos por pertenecer a ese cartel de las drogas.
Además, asesinó al candidato del PRI a gobernador, Rodolfo Torre Cantú. Como consta en numerosos expedientes y trabajos de investigación periodística.
En estas condiciones, sería ingenuo creer que alguien sin vínculos con esa organización, que entonces tenía como su brazo derecho a los ZETAS, le permitiera ser candidato, ganar y desempeñarse como alcalde sin la protección de los criminales y sin beneficiarse del ayuntamiento.