*La captura de robacoches puede inhibir el delito, de alto índice en el Estado.
De la redacción
El sistema de cámaras de videovigilancia instalados en zonas urbanas, carreteras, vialidades y calles, manejado por el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad, mejor conocido como C-5, reporta utilidad en los últimos meses. Ha permitido recuperar muchos vehículos robados, lo cual es notorio a partir de la salida de la anterior titular de la Secretaría de Seguridad estatal.
Además de aumentar la recuperación de vehículos robados, la captura de los delincuentes ayudará a inhibir sus actividades criminales, porque no es fácil ya cometer el delito y trasladarlos a otras partes sin riesgo de ser capturados.
El Estado de México ocupa, y por mucho, el primer lugar en robo de vehículos. Más del 30 por ciento de todas las unidades automotoras robadas en el territorio nacional se pierden aquí, y en un 70 por ciento es con violencia.
En 2020 un total de 37 mil 664 vehículos fueron robados en el Estado de México, con y sin violencia. El número es elevado, pero es menor en 21 por ciento en comparación con los 47 mil 432 con los robados en 2019, de acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, lo cual se agrava por el bajo porcentaje de unidades recuperadas. Al menos así corrió hasta el año pasado.
La recuperación de vehículos robados se facilita porque los números de las placas de los vehículos robados se almacenan en un sistema específico y cuando las unidades pasan por una cámara de videovigilancia el C-5 recibe una alerta y la información del automotor detectado, ello permite darle seguimiento en tiempo real, recuperarlo y detener a los delincuentes.
Estos resultados inhibirán el delito, porque no se animarán a correr alto riesgo de terminar en la cárcel, sin obtener beneficios económicos. No será rentable.
