“LE DOY 15 DÍAS PARA DEVOLVER LOS
2,500 MDP O LO DENUNCIO”: ASF A EPN
*Ex titular de ASF dice que obligó a EPN devolver dinero: falla en fechas.
De la redacción
En una entrevista en un diario de circulación nacional Arturo González de Aragón, ex titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se adornó. Sostuvo que en el último año del sexenio de Enrique Peña Nieto como gobernador del Estado le debía al gobierno federal 2 mil 500 millones de pesos por impuestos y él lo obligó a devolverlos.
“En mi oficina le dije: debe 2 mil 500 millones de pesos. Me contestó: ay auditor, ay auditor. Y le advertí: nada de ay auditor, hay auditor. Le doy 15 días para que devuelva los 2 mil 500 millones de pesos o lo denuncio por desviación de fondos. Y los devolvió”, narró el ex funcionario.
No obstante, un análisis de “El Espectador a los tiempos narrados por González de Aragón encontró que no pudo suceder lo presumido por el ex titular de la ASF. O ya no se acuerda o nunca ocurrió su acto de valentía y sometimiento a la ley a quien era en ese tiempo el priista más poderoso del país y designaba candidatos de su partido a gobernadores.
Una de las inconsistencias fue que ubicó su encuentro con Peña Nieto en el último año de éste como gobernador del Estado de México; es decir, en 2011, cuando en realidad ese año González de Aragón tenía dos años fuera de la Auditoría Superior de la Federación, por ello no pudo someter a Peña Nieto al imperio de la ley.
Otra inconsistencia fue su jactancia de que jamás consintió presiones de los presidentes Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, cuando en el último caso no coincidieron como servidores públicos federales, y en el sexenio de Calderón Hinojosa sólo estuvo tres años como auditor; es decir, la primera mitad de esa administración.
En otras palabras, como presidente de la República Peña Nieto no pudo presionar a González de Aragón, pues éste tenía ya tres años como ex auditor cuando el mexiquense asumió el cargo en 2012.
Si de verdad llamó a Peña Nieto debió ocurrir en 2009, último año en que el ex funcionario de la Cámara de Diputados Federal estuvo como auditor superior de la Federación, a donde llegó en 2002.
De todos modos, llamó la atención su declaración de que sometió a Peña Nieto a la ley y lo obligó a devolver 2 mil 500 millones de pesos de impuestos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con la advertencia de que si no lo hacía lo denunciaría por desviación de fondos federales.
