*Los casos se inscriben en las luchas intestinas en los partidos por los espacios de poder público.
De la Redacción
Los problemas legales de Félix Salgado Macedonio, a quien le cancelaron la candidatura de Morena a gobernador de Guerrero; y el María Eugenia Campos Galván, candidata del PAN a gobernadora de Chihuahua y con un proceso abierto penal abierto por corrupción, con sus diferencias, tienen el denominador común de haber sido generados por sus propios correligionarios.
Salgado Macedonio fue objeto de una despiadada campaña mediática a escala nacional por el tema de las denuncias por presuntos delitos de violación sexual, a partir de información manejada por Amilcar Sandoval Ballesteros, contendiente por la misma candidatura. Hay información de que el caso fue revivido por la lucha en la etapa de contienda interna, en una conspiración con el senador priista guerrerense Manuel Añorve Baños y el ex fiscal de Guerrero, Javier Olea Peláez, para inhabilitar al adversario en esa contienda doméstica.
En el caso de Campos Galván, las denuncias penales, ya judicializadas y en fase de definición sobre si se le vincula o no a proceso penal, fueron presentadas por funcionarios del gobernador Javier Corral, para anularla e imponer al senador Gustavo Madero como abanderado.
El no retiro de las denuncias es interpretada por los analistas políticos de Chihuahua como prueba de que Corral sigue empeñado en inhabilitarla, incluso encarcelarla, para que la releve Gustavo Madero como abanderado. En ambos casos y en partidos opuestos en el espectro ideológico, el fuego amigo; es decir, las luchas al interior de los partidos por los espacios de poder público son el común denominador.
EL CASO DE CAMPOS G. ES MÁS COMPLICADO
Más difícil de superar su problema será para María Eugenia Campos Galván, candidata del PAN a gobernadora de Chihuahua. Su expediente ya fue judicializado y las pruebas son documentales, precisamente, las más complicadas de desvanecer.
Si recibe auto de vinculación a proceso, antes conocido como auto de formal prisión, aun cuando todavía será presunta culpable, potencialmente inocente, política y electoralmente quedará nulificada, porque efectuar campaña electoral vinculada a proceso, será una gran desventaja. La política acusada de recibir millones de pesos de una cuenta secreta del entonces gobernador César Duarte Jáquez, cuando era diputado local del PAN, y “mordidas” de proveedores y contratistas cuando era alcaldesa de Chihuahua, disfruta de una alta popularidad, pero podría ser sustituida como candidata por su partido.