*Sean culpables o inocentes, sus casos los difundieron sus correligionarios.
De la redacción
Antes de la cancelación de su registro como candidato de Morena a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio fue objeto de una despiadada campaña mediática por presuntos delitos de violación y exigencias de grupos feministas para que su partido le quitara la postulación.
En Chihuahua, la alcaldesa con licencia del municipio de ese nombre y abanderada del PAN para la gubernatura, María Eugenia Campos Galván, tiene en riesgo su registro como tal, por dos causas penales por actos de corrupción; es decir, por carpetas de investigación abiertas en el ministerio público y ya judicializadas.
Sean culpables o inocentes, y aun cuando se trata de acusaciones de delitos de distinta naturaleza, ambos casos tienen como denominador común el haber sido revelados y difundidos a escala nacional como tácticas de la lucha interna por esas postulaciones en sus respectivos partidos.
Sin esas contiendas intrapartidistas ni Salgado Macedonio, ni Campos Galván enfrentarían en estos momentos los problemas citados, porque nadie los hubiera convertido en denuncias.
Las acusaciones contra Salgado Macedonio datan de años, pero no se conocían o los medios informativos y los grupos feministas no se habían interesado en condenarlos. Lo hicieron hasta que se perfiló como favorito para ganar la candidatura y para ganar el puesto, por “filtraciones” de morenistas interesados en la postulación.
La candidata del PAN a gobernadora de Chihuahua, sea inocente o culpable de haber recibido millones de pesos de una nómina secreta del entonces gobernador César Duarte Jáquez y por sobornos obtenidos de proveedores y contratistas del ayuntamiento que encabezaba, no enfrentaría el riesgo de perder la postulación, si desde el interior del gobierno estatal no la hubieran demandado penalmente.
No lo hicieron por interés justiciero, sino para descalificar e inhabilitar a Campos Galván como aspirante a la postulación del PAN e imponer a Gustavo Madero. No la afectaron entre la militancia panista de ese estado norteño, como lo prueba su contundente victoria sobre Gustavo Madero, influyente colaborador del mandatario Javier Corral Jurado.
No obstante, el problema penal continúa y si le quitan la candidatura y la inhabilitan electoralmente, para favorecer a Madero, la aplicación de la ley será producto de la lucha interna por esa postulación y del “fuego amigo”, como ocurrió en el caso de Salgado Macedonio.
