Macario Lozano R.
Un alto porcentaje de la población no percibe todavía la importancia que tendrán las elecciones de diputados federales del próximo 6 de junio, cuyas campañas electorales iniciarán este domingo.
Estas contiendas llamadas intermedias, porque se efectúan a la mitad del sexenio presidencial, de manera histórica han carecido de interés práctico para la población, porque los legisladores estaban subordinados al presidente de la República, y en esa condición la contienda solo significaba el enroque de cuadros sin impacto en las políticas y rumbo del país.
Ahora es diferente. La oposición al presidente López Obrador desea la mayoría de la Cámara de Diputados Federal para bloquear las iniciativas de leyes necesarias para que el tabasqueño consolide los objetivos de la cuarta transformación, se trata de su última oportunidad para frustrar el cambio de rumbo económico, político y social que aparte al país del régimen corrupto de privilegios establecido hasta 2018.
Para Morena y sus aliados también resulta estratégico conservar su mayoría, para hacer los cambios legales y constitucionales que necesita para transformar al país, como lo ofreció en la campaña. Esto no estuvo en juego en otras elecciones legislativas federales intermedias, y se reflejará en el bombardeo mediático, la guerra sucia y las profundas campañas de desprestigio que atestiguaremos en las próximas semanas, sobre todo contra los personajes de la 4T.