*Multimillonario, líder de asalariados. *Otra investigación: es por 300 MDP.
De la redacción
Carlos Romero Deschamps, retirado como trabajador activo de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y alejado del liderazgo de los trabajadores de la empresa, constituye el mejor ejemplo de la perversión del sindicalismo y la traición a los intereses de los trabajadores, alentada desde el poder público.
Convertido en multimillonario a partir de su complicidad en el saqueo y corrupción de PEMEX, con mansiones en México y el extranjero, empresas, jets, yates y una vida de lujos extremo, sus intereses económicos se identificaban con los de la plutocracia, no con los de sus representados, explicó Salvador Tellechea Villanueva, experimentado abogado laboral, representante de organizaciones gremiales independientes.
Retirado ya de la profesión, recordó que Romero Deschamps, como representante sindical, fue producto de las maniobras y ajustes de cuentas de un rencoroso y vengativo Carlos Salinas de Gortari contra Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, por haber apoyado a Cuauhtémoc Cárdenas en la elección presidencial de 1988.
Poco más de 60 días después de asumir la presidencia de la República, en medio de sospechas, casi certezas de que ganó con un descomunal fraude, “La Quina” fue capturado el 10 de enero de 1989 en Ciudad Madero, Tamaulipas en un operativo que no cubrió siquiera las apariencias de legalidad:
Lo acusaron del homicidio de un agente del ministerio público federal, pero la víctima tenía un disparo en la frente, estaba desvestida y como a 200 metros de la casa del poderoso dirigente de los trabajadores petroleros. Después se supo que el agente del ministerio público fue llevado muerto al escenario de los hechos, para culpar el líder petrolero.
Además, le atribuyeron a “La Quina” acopio de armas, pero los que efectuaron la maniobra se equivocaron de domicilio e introdujeron el armamento en una casa vecina. De todos modos, el ministerio público y un juez dieron por buenas las pruebas y condenaron al detenido, recordó Tellechea Villanueva, y apuntó: la captura fue sin orden de aprehensión.
En otra grave violación al Estatuto del Sindicato de los Trabajadores de PEMEX, abundó el abogado laboral, el gobierno de Salinas de Gortari impuso como relevo de Hernández Galicia en el Sindicato a Sebastián Guzmán Cabrera, quien no podía ocupar el cargo porque era trabajador jubilado, lo cual no permitía la norma del sindicato, pero eso no importó.
Salinas impuso después a Romero Deschamps, quien traicionó a los trabajadores y pervirtió la función sindical, al formar parte de la delincuencia organizada de “cuello blanco” que durante 27 años saqueó y llevó a las ruinas a PEMEX. El dirigente se convirtió en multimillonario, con una vida personal y familiar de lujos que no se dan ni los grandes empresarios honestos.
Fue producto del tipo de sindicalismo impulsado por los gobiernos neoliberales, y creo que el actual gobierno debe investigar el origen de su fortuna, y como evidentemente procede del saque a Petróleos Mexicanos, deben volver a manos del Estado, concluyó. De última hora se informó que el ex dirigente tiene otra investigación por más de 300 millones de pesos.