Todavía circula en redes un correo de un vival quien se hace pasar por alto directivo de un banco inglés, y que dice haber descubierto una cuenta con cerca de 17 millones de euros, depositados por un estadounidense en el banco donde labora.
El ahorrador, según el estafador , murió durante el huracán “Katrina”, y nadie puede reclamar esos fondos. El delincuente de “cuello” blanco en busca de ingenuos ambiciosos, dice que no puede sacar ese dinero porque es directivo, y tampoco pueden hacerlo sus familiares, ni los empleados del banco, por lo que busca a alguien que reclame los fondos, para retirarlos.
Ofrece una comisión del 40 por ciento, por el favor, y que el monto que le corresponda a quien le ayude le será enviado vía transferencia electrónica a cualquier cuenta de banco en cualquier parte del mundo.
La estafa es hasta burda y parece increíble a estas alturas del siglo XXI, , pero un experimentado periodista dice que ese “anzuelo” atrapa a muchas personas, a quienes devora su ambición y terminan entregando fuertes sumas de dinero al o los vivales, además de información personal y financiera. Acaban sin el dinero y muchas veces hasta son víctimas de robo de identidad.