*En eso consiste el riesgo de una nueva ola de contagios de coronavirus.
De la redacción
Las autoridades federales de salud tienen temor a una nueva ola de contagios de Covid-19, como resultado de las vacaciones de Semana Santa; sobre todo, las disfrutadas en los destinos de playa.
Antes de iniciado el período de asueto, el vocero de la estrategia contra el coronavirus, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Fomento a la Salud de la Secretaría de Salud, advirtió del riesgo de un repunte importante de la pandemia, si los paseantes no adoptaban al menos 10 medidas de prevención.
Las vacaciones iniciaron al tiempo que el número de decesos por Covid-19 rebasó la cifra de 200 mil, y la de contagiados se aproximaba a los 2 millones 220 mil, si bien el ritmo de unos y otros daños tendía a la baja.
De acuerdo con la advertencia de las autoridades de Salud, el riesgo de una nueva ola de contagios y fallecimientos, la tercera, la representa una situación no percibida con claridad:
Más del 90 por ciento de los vacacionistas tienen menos de 60 años, por lo cual no se han vacunado y tienen riesgos de contagiarse con el virus y después transmitirlo.
López-Gatell recordó que el repunte de la pandemia desde finales de diciembre del año pasado, ocurrió después de las fiestas decembrinas y las vacaciones de fin de año.
El Covid-19 cobró nueva intensidad no sólo entre los vacacionistas, con su secuela de enfermos y fallecidos, sino también entre los trabajadores del sector turístico nacional.
Como la corresponsalía de “El Espectador” en Guerrero lo dio a conocer en su oportunidad, en Acapulco fue notorio el aumento del coronavirus entre los trabajadores de hoteles, restaurantes, bares y sitios de recreación.
Estos, a su vez, contagiaron a familiares y amistades, para agravar el problema de salud, que se había reducido al mínimo en los primeros días de diciembre.
La situación se reflejó en los casos de contagios que requirieron hospitalización: antes de las vacaciones la ocupación en los hospitales Covid-19 era del 21 por ciento, y a mediados de enero de este año se elevó a 43 por ciento; es decir, aumentó más del cien por ciento.
Ahora, aun cuando se restringió el aforo en los sitios públicos, en el principal puerto guerrerense la afluencia de vacacionistas ha sido mayor a la anterior temporada de asueto, y la casi totalidad, sin vacunarse. De cumplirse lo pronosticado y si fallaron las medidas de prevención de manera grave, esta semana comenzaría a notarse un aumento en el número de casos, hospitalizaciones y muertes, eso es lo que está por verse.