Caras Vemos… No Sabemos

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CARAS VEMOS…NO SABEMOS

AUGUSTO LOZANO ROBLES

Los mexicanos vivimos un momento trascedente, con posibilidades de reconstruir un país dejado en ruinas por 36 años de gobiernos apátridas, pero también con riesgos de una regresión a esos tiempos, lo que no es percibido cabalmente por toda la población, de la cual cerca del 40 por ciento sigue envuelta en la creencia de que ahora estamos peor que antes, inducida y reforzada por los grandes medios informativos, los cuales, con honrosas excepciones, nunca han defendido los intereses populares… En estas condiciones, el otro problema grave es que los partidos políticos o más bien  sus dirigencias, no están a la altura de los desafíos que plantea la situación del país, como podemos verificarlos con un alto porcentaje de sus postulaciones, cuyos beneficiados están muy alejados del perfil político que conviene a los segmentos poblacionales excluidos de los beneficios del crecimiento económico… Sentencia la sabiduría popular que, si un ave parece pato, camina y habla como pato, nada como pato, se comporta como pato y, adicionalmente, tiene como pareja a una pata, uno tiene todo el derecho del mundo a creer que se trata de un pato. Eso ocurre con el INE, cuyas decisiones parecen estar destinadas exclusivamente a contribuir al aumento de las posibilidades de triunfo de la alianza electoral PRI-PAN-PRD. En el tema de la sobrerepresentación, lo apropiado era impulsar a tiempo, tal vez hace más de dos años, una reforma que no dejara dudas sobre si esos diputados plurinominales de más para el partido de mayor votación era individual o por partido. De esa forma se hubiera evitado que ahora difícilmente pueda ese organismo reclamarse imparcial, y menos cuando su presidente Lorenzo Córdova y el consejero Ciro Murayama más parecen relevantes miembros del “Bloque Opositor Amplio” (BOA) que autoridades comiciales independiente de paridos y gobiernos… Dicen que es de sabio rectificar. Y eso hizo Teresa Castell de Oro Palacios, quien en 2017 fue candidata independiente a gobernadora, contra Alfredo del Mazo Maza, Delfina Gómez, Josefina Vázquez Mota y Óscar González Yáñez (se retiró y apoyó a Delfina al último). La participación de Castell de Oro Palacios fue decorosa en esa contienda y fue interesante escucharla en los debates entre abanderados ponerse barridos y fregados a los partidos políticos, a quienes culpó de las desgracia del país y del Estado. Cuatro años después todo cambió, y ahora es candidata del PRI-PAN-PRD a diputada por el distrito 34 de Toluca… Otro que se aferra al poder es el talentoso, culto y honesto Porfirio Muñoz Ledo. Cuando ganó la diputación federal en 2018 dijo que sería su último cargo público. Después dijo que quería ser presidente de la Cámara, para colocarle la banda presidencial al presidente electo: Andrés Manuel López Obrador y cumplir así su ciclo como político. Lo logró, pero luego quiso reelegirse en la directiva, en contra de la norma interna. Y a pesar de todo, con el mismo argumento de su última aspiración, quiso ser dirigente nacional de Morena. No lo logró, y hace poco quiso reelegirse como diputado federal, pero se le olvidó inscribirse como aspirante. Ahora está muy bravo con su partido.   

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