*En sus argumentos de defensa ante el desafuero, dan una idea de la crisis de cuadros del partido.
De la Redacción
Los diputados y diputadas federales panistas insistieron mucho en la sesión que desaforó al gobernador de Tamaulipas, Francisco Javía Cabeza de Vaca, en que esa acción fue motivada por el miedo que le tiene Morena y la cuarta transformación al cuestionado mandatario, pues es el mejor cuadro panista para la candidatura presidencial de 2024.
La verdad es que se dieron un tiro en el pie, porque si el acusado de defraudación fiscal es su mejor prospecto para el 2024, cabe preguntarse cómo estarán los peores.
Pero los problemas del mandatario tamaulipeco no se limitan a ese delito de defraudación, que es el menos grave. Los más delicados son los de enriquecimiento ilícito por cerca de mil millones de pesos, sus vínculos con carteles de narcotraficantes y “lavado de dinero”.
Estos delitos no decidieron el desafuero, pero eso no quiere decir que no formen parte de la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) y, menos, que puedan soslayarse. Si conserva el fuero, al finalizar su sexenio el próximo año se podrá ejercer acción penal en su contra. Como puede adelantarse, el soberbio gobernante la pasará muy mal.
