*La agresión a maestra universitaria generó una condena social unánime.
De la redacción
Las autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) ratificaron su política de cero tolerancia a la violencia de género contra las mujeres, particularmente cuando se agrede a integrantes de su comunidad, y en el caso de la maestra de inglés agredida por su esposo Octavio Alonso “N” mientras impartía clase a sus alumnos, le brindó apoyo jurídico y solidaridad para denunciar penalmente al agresor.
La víctima, agredida el día 21 del pasado mes, es maestra de idiomas en el plantel número 5 “Ángel María Garibay”, de la Escuela Preparatoria de la UAEM, ubicado en el sur de la capital mexiquense.
Aun cuando la ley prohíbe difundir nombres y apellidos de presuntos delincuentes, cuya identidad se oculta con la letra “N” después de su nombre, grupos feministas pidieron se diera a conocer todo, incluyendo la fotografía del presunto agresor de la maestra “Jackelin”: su esposo, Octavio Alonso García Limón, abogado de profesión, egresado de una universidad privada del Valle de Toluca, oriundo de esta capital mexiquense y militante de años del Partido Acción Nacional (PAN).
Personal del área jurídica de la institución de estudios superiores acompañó a la víctima de la violencia a presentar su denuncia ante el Centro de Justicia para Mujeres, dependiente de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
La circunstancia de que la agresión verbal y física a la docente de la UAEM se diera cuando impartía su clase en línea permitió que los alumnos en sus casas conocieran el acto de violencia contra la víctima.
El llanto de la maestra por la agresión machista y su súplica porque al menos le permitiera cortar la clase, impactó a la sociedad mexiquense, y el hecho trascendió al ámbito nacional, con la condena general y la exigencia de justicia para la maestra y la no impunidad de su agresor.
El dirigente estatal del PAN, Jorge Inzunza Armas, reconoció al agresor como militante de su partido y anunció un proceso de expulsión de las filas del blanquiazul.
Grupos feministas del Estado de México y del país condenaron la agresión a la académica de la UAEM y exigieron la aplicación estricta de la ley al esposo golpeador, ejerció violencia contra una frágil mujer, que es su esposa, sólo porque utilizó su computadora.
Al margen de la acción penal de que puede ser objeto, García Limón pagó ya el precio del rechazo social por la violencia ejercida contra su pareja, la cual reanudó sus actividades docentes en la UAEM.
