*Ven ex consejeros de IEEM maniobras en no elección de presidenta de éste.
De la redacción
Las del 6 de junio próximo no serán unas elecciones locales más; al contrario, mucho se juega en ellas, comenzando por la mayoría absoluta en la Legislatura Local y los espacios de poder municipal más importantes.
Dos coaliciones están involucradas en esta lucha, mientras tres partidos nacionales de nueva creación buscarán en suelo mexiquense su mayor número de votos que, sumados con los de las otras entidades federativas, les proporcione el porcentaje suficiente para mantener sus registros.
Las condiciones de la lucha interpartidistas se complicarán más pues las campañas y la jornada de votación se desarrollarán todavía en pandemia de Covid-19, dificultándole aún más las cosas al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).
Las elecciones en el Estado de México involucran al mayor padrón y lista nominal del país, con aproximadamente 12 millones 300 mil votantes. Basta recordar que ninguna otra entidad federativa tiene una población siquiera cercana al número de electores mexiquenses.
El organismo electoral, además, se desempeñará con una consejera presidenta provisional: Daniela Durán Ceja, con todo lo que eso significa en término de fortaleza, después de que el Instituto Nacional Electoral (INE) declaró desierto el concurso para designar a una presidenta, al no reunirse la mayoría calificada necesaria para su designación.
En este tema, los ex consejeros del IEEM Bernardo Barranco y Gabriel Corona Armenta atribuyeron la no designación de consejera presidenta de ese órgano a una maniobra conjunta del gobierno estatal, Lorenzo Córdova Vianello, del INE, y de mandos del IEEM, para dejar a una presidenta débil, provisional y fácilmente presionable.
Además, coincidieron en destacar que al gobierno estatal y al PRI les importa sobremanera mantener en el cargo a Javier López Corral en la Secretaría Ejecutiva del IEEM, cuyo período terminará en noviembre, y quien ha sido su hombre fuerte en el Instituto, donde maneja toda la operación y recursos.
Antes de la frustrada elección de presidenta consejera, en la cual Gloria Morales Blas, ubicada como cercana a Arturo Montiel Rojas; y Vanessa González Deister, sin vínculos con la política estatal, el grupo gobernante impulsó las aspiraciones de Palmira Tapia, pero fue descartada por haber sido ya consejera nombrada por el propio INE.
Los ex consejeros sostienen que Lorenzo Córdova Vianello, Ciro Murayama Rendón, Adriana Favela Herrera y Jaime Rivera Velázquez apoyaron a Morales Blas, no para hacerla ganar, sino para impedir que Vanessa González lograra la mayoría calificada y así dejar como presidenta provisional a Daniela Durán Ceja, quien responde a los intereses del GEM y el PRI y mantendrá en la Secretaría Ejecutiva a López Corral.