*La información ya se había difundido, pero impactó al difundirla la ASF.
De la redacción
Un Instituto de Seguridad Social del Estado de México (ISSEMYM) quebrado, con fuerte déficit presupuestal al año y pasivos contingentes superior a los 550 mil millones de pesos, cubre pensiones de 554 mil pesos mensuales a altos ex funcionarios públicos.
El organismo, que tiene al tercer sistema pensionario más grande del país, sólo por debajo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del ISSSTE, debe explicar por qué mantiene este privilegio, presumiblemente a ex mandatarios estatales y ex miembros de gabinete.
Debe igualmente transparentar la relación de ex funcionarios que reciben pensiones mensuales superiores al medio millón de pesos, cuando sus ingresos para el fondo o reserva para el pago de pensiones arrastran un enorme faltante de miles de millones de pesos al año.
La información ya había sido difundida por reporteras que cubren la fuente del Poder Legislativo, pero adquirió mayor relevancia al incluirla la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su informe sobre las revisiones al gasto público de 2019 sobre la situación de los 34 sistemas pensionarios del país.
El abuso se ubica en su justa proporción si se parte del hecho de que el promedio de las pensiones mensuales de los ex servidores públicos estatales, municipales, de los organismos autónomos y auxiliares fue en 2019 de 14 mil 261 pesos al mes.
Además, en teoría, la legislación aplicable al pago a jubilados y pensionista tiene un límite inferior a 60 mil pesos, pero la mayoría de los beneficiados con dificultad obtiene un pago superior al salario mínimo.
El promedio de 14 mil 261 pesos mensuales corresponde en abrumadora mayoría, a las pensiones que reciben quienes prestaron servicios como maestras o maestros, y alcanza esa media, precisamente, por las altas sumas de quienes reciben pensiones descomunales.
En la parte más baja está la mayoría de quienes fueron trabajadores administrativos, percibieron bajos salarios durante más de un cuarto de siglo y, ahora, tienen problemas para sobrevivir, según denuncia del ex dirigente de la burocracia estatal, Everardo López Pérez.
En el pasado también se otorgaron pensiones llamadas “por gracia”, aprobadas por instrucciones de los gobernadores a protegidos, aunque nunca hubieran laborado un solo día en instituciones públicas locales.