COORDENADAS POLÍTICAS
Financiamiento a ‘Mexicanos Contra la Corrupción’, Ejemplo del Intervencionismo Norteamericano y su Desprecio por Gobiernos Electos Democráticamente
MACARIO LOZANO
El financiamiento de Estados Unidos por 50 millones de pesos en 3 años a la organización “Mexicanos contra la corrupción”, del cual salieron los fondos para pagar los amparos con que se buscaba frenar la construcción del Aeropuerto “General Felipe Ángeles” en Tecámac, es un tema delicado, pero no insólito.
Estados Unidos siempre ha intervenido en los asuntos internos de otros países para proteger sus intereses imperialistas, y en México tiene más de un siglo haciéndolo. Ha financiado organizaciones de la sociedad civil opositoras a gobiernos derechistas (jamás ha apoyado a grupos de izquierda), a partidos políticos, medios informativos y comprado militares para perpetrar sangrientos golpes de Estado e imponer gobiernos títeres y antidemocráticos.
La Agencia para el Desarrollo de la Democracia es parte de su Departamento de Estado y, en el caso de “Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad”, el dinero lo entregaba o entrega directamente la embajada estadounidense en México, en una clara injerencia violatoria del derecho internacional.
No obstante, el Departamento de Estado es solo uno de muchos canales que la CIA emplea para repartir recursos, también utiliza muchas fundaciones estadounidenses aparentemente civiles para financiar la desestabilización de gobiernos que no se subordinan a la política exterior de ese país, por ello no es descabellado pensar que los dólares deben estar llegando por distintos medios a una gran cantidad de grupos que atacan al gobierno de López Obrador.
El gobierno mexicano entregó una nota diplomática al gobierno de Joe Biden, en la cual expuso que esos fondos financian a grupos opositores a su gobierno y solicitó la suspensión de la entrega de ese dinero. Aún está por verse la respuesta del gobierno norteamericano, pero está claro que si los operativos están dentro de su agenda política actual, la situación no cambiará.
Si por otra parte, la agencia o sus activos han actuado por su cuenta, seguramente habrá un cambio que se notará de inmediato. También sería interesante observar la reacción de otros gobiernos de potencias mundiales quienes han sido acusados por la Casa Blanca y las agencias de inteligencia norteamericanas de financiar e intervenir en la vida política interna de los Estados Unidos; es decir, de lo mismo que esas agencias están haciendo en nuestro país.