*No se había conocido de este caso, otro ejemplo más de corrupción y tráfico de influencias para quebrar PEMEX.
De la Redacción
Ayer Octavio Romero, titular de Pemex, dio a conocer otra de las andanzas de Enrique Peña Nieto: vendió 3 de las plantas productoras de hidrógeno que la empresa pública tiene en sus 6 refinerías. Y tan pronto las enajenó, firmó contrato con quienes las compraron, para que PEMEX les compre durante 20 años el hidrógeno que producen.
No se sabía de esta privatización parcial de las refinerías, y la venta en sí no es el mayor de los problemas, sino que Pemex se comprometió – Peña Nieto lo comprometió- a comprar durante dos décadas todo el gas de este tipo que produjeran; es decir, se convirtió en cliente cautivo de los particulares quienes se quedaron con las plantas que antes le pertenecían a la empresa del pueblo mexicano.
Las operaciones fueron ruinosas para la empresa pública, porque recibió por una planta generadora de hidrógeno 52 millones de dólares y en 20 años le pagará 265 millones de dólares.
Por otra obtuvo 27 millones de dólares y en 20 años pagará pagará por el gas que antes producía la suma de 146 millones de dólares. Las plantas operan en el interior de las refinerías, conectadas a la maquinaria y equipo utilizado para refinar gasolinas, proceso imposible de efectuar sin el gas hidrógeno.
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