Macario Lozano R.
Se esperaba que la Suprema Corta de Justicia de la Nación (SCJN) aclarara el caso del desafuero del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, pero generó más dudas y confusión, las cuales han dado lugar a interpretaciones diversas e interesadas del fallo.
Como se recordará, la Legislatura Local de Tamaulipas interpuso un recurso de controversia constitucional por el desafuero. La SCJN la desechó, por notoria improcedencia, con lo cual habría dado por válido el desafuero.
No obstante, la defensa y gobernadores aliados de García Cabeza de Vaca presentan esa resolución como un triunfo y ahora interpretan que la legislatura local tamaulipeca, quien interpuso ese recurso de inconstitucionalidad desechado, puede incluso revertir el desafuero, lo cual es una contradicción que debió aclara el máximo tribunal del país, pero no lo hizo.
No puede ser un triunfo para el mandatario estatal, porque la controversia buscaba dejar sin efecto el desafuero y no lo consiguió, pero insisten en que triunfaron. El sentido común indica que si se pide un amparo y se niega, es una derrota, no un triunfo. Quizás el mandatario y su congreso sepan algo que la opinión pública desconozca.