*INE y TEPJF quitaron a Morena 50% del tiempo destinado a la búsqueda del voto.
De la redacción
En un contrasentido y una violación a sus objetivos principales, justificadores de su fundación: lograr la equidad en las contiendas por los espacios de poder de elección popular, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) propiciaron y acentuaron la inequidad en dos entidades.
Más allá de si fue legal o ilegal, constitucional o inconstitucional, la cancelación de registro de las candidaturas de Félix Salgado Macedonio, para gobernador de Guerrero; y de Raúl Morón Orozco, para Michoacán, la demora en la resolución de las apelaciones benefició enormemente a los adversarios de Morena en esas entidades federativas.
Por muchas décadas la historia de las elecciones constitucionales en México se caracterizó por la descomunal inequidad en la disposición de dinero para las campañas, agravada por el desvío de fondos públicos a las mismas y el uso de los programas sociales como instrumento de chantaje a los votantes.
Esta realidad era verificable incluso cuando el partido en el poder no corría riesgos de perder, porque muchas veces las organizaciones políticas opositoras ni siquiera presentaban candidatos en todos los distritos o municipios.
La inequidad se atenuó legalmente (el dinero ejercido al margen de la ley es otra cosa) con la entrega de fondos públicos, conocidos inicialmente como subvenciones y después, como prerrogativas, más el acceso a los tiempos oficiales en la radio y la televisión para todos los partidos, según su peso electoral.
Para lograr la equidad en la lucha por el poder o disminuir la equidad y respetar la ley se fundaron las instituciones especializadas en procesos electorales, las cuales ahora en los dos casos mencionados procedieron en contra y rompieron la equidad en las contiendas.
De acuerdo con las encuestas levantan y difundidas por los medios informativos, casi todos opositores a Morena y a la cuarta transformación, en Guerrero y Michoacán este partido ganará las gubernaturas, a pesar de que su candidata y candidato harán campaña con la mitad del tiempo que sus adversarios.
De todos modos, eso no borra ni justifica que las autoridades encargadas de garantizar la equidad en las contiendas electorales hayan sido quienes introdujeron la inequidad y otorgaron ventajas a los adversarios de Morena en ambas entidades federativas limítrofes con el Estado de México.
Llama la atención que no se debata sobre estos efectos de las decisiones del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y ni siquiera el partido y los candidatos afectados por la inequidad lo señalen, como si el problema fuera menor y no afectara las condiciones de la lucha democrática por el poder en Guerrero y Michoacán.