*PAN y PRI pueden conservar algunas gubernaturas; las que gane Morena, serán un avance más.
De la redacción
En la estrategia para arraigar la idea de un debilitamiento de Morena y del presidente Andrés Manuel López Obrador, sus adversarios y especialmente los medios informativos difunden que si ese partido no gana las 15 gubernaturas, habrá retrocedido, “lo cual parte dolosamente de una idea falsa, para desinformar”, comentó Leoncio Mata Zárate, colaborador de este semanario.
En la serie de entrevistas que hizo la redacción a quienes ocupan los espacios de opinión de “El Espectador” sobre la jornada de votación del próximo domingo, el académico y conocedor de la historia de la lucha por el poder en México, explicó que los análisis políticos quieren arraigar la idea de que el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador gobierna todos los estados y municipios, y si no arrasa en las elecciones estaría perdiendo desde el poder, cuando no es así.
“No son casuales esas reflexiones, sino forman parte de una estrategia para que a partir del lunes 7, si Morena pierde en varios estados en la lucha por la gubernatura, propalar que ese partido fue el gran derrotado. Y construyen ese discurso desde ahora en los medios, con la intención de afectar a la cuarta transformación”, reiteró.
La realidad es otra: en 14 de los estados en donde se disputarán gubernaturas Morena es oposición. Los partidos gobernantes son el PAN, el PRI y el PRD. El partido del presidente sólo es gobierno estatal en Baja California, y si lograra solo 2, 3 ó 4 triunfos será un gran avance, no un retroceso, lo cual deliberadamente se oculta pues se trata de crear pretexto para futuras campañas de desprestigio y desinformación. También es oposición en las elecciones legislativas locales y de alcaldes en 25 entidades federativas, y solo es gobierno en Baja California, Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Morelos, lo cual no se difunde, insistió.
Enemigo de hacer predicciones, el entrevistado recordó que en la democracia la incertidumbre sobre los resultados es una característica, mientras en donde la democracia es simulada, de antemano se sabe qué partido y candidatos ganarán en las urnas.
“Los mexicanos, aun quienes no votábamos en la década de los ochenta, sabíamos que las verdaderas elecciones no se efectuaba en las urnas en la fecha señalada por ley, sino que los resultados de la jornada de votación sólo eran para convalidar la decisión tomada por el presidente de la República o gobernador en turno, porque nuestra democracia era simulada y sólo cumplía la formalidad de ley de ejercer el derecho al voto y con él decidir libremente al ganador, seleccionado un año antes.
Con todo, se aventuró a comentar que será extremadamente difícil que Morena gane las gubernaturas de Querétaro, Chihuahua y Nuevo León, pero igualmente no se ven condiciones para que pierda Baja California, a pesar del mal gobierno y los frecuentes errores del gobernador morenista Jaime Bonilla.
“En la elección en que puede considerarse, sí, a Morena como dominante es en la de diputados federales, porque tiene la mayoría en San Lázaro, y dado el histórico desplome del PAN y el PRI en las elecciones de 2018, es previsible que recuperen espacios legislativos, sin que se pueda saber ahora si la oposición unida obtendrá la mayoría”, concluyó.