*Si le va bien a la alianza PRI-PAN-PRD, seguro la repetirán el 2023.
De la redacción
En las elecciones legislativas locales de 2018 los partidos de la alianza PRI-PAN-PRD sólo ganaron 4 distritos: perdieron en 41. El PRI obtuvo una sola curul de mayoría y el PAN, 4, mientras el PRD fue derrotado en las 45 demarcaciones. Se conformaron con conseguir curules plurinominales y de primera minoría: el tricolor, 11; el panisno, 6; y el perredismo, 2.
En las contiendas por los 125 ayuntamientos los ahora aliados en contra de Morena ganaron en 56, pero si se exceptúan Chimalhucán, Ixtapaluca y Huixquilucan, no son de las demarcaciones altamente pobladas o con altos presupuestos. El descalabro en las urnas fue descomunal; sobre todo, porque no previeron su magnitud, y menos frente a un partido que sólo gobernaba Texcoco y tenía 4 años de fundado, según un recuento de “El Espectador”.
Por todo ello, ahora, inmersas en la disputa de cerca de 22 mil cargos de elección popular en la República, las contiendas locales en el territorio tendrán además su propia lógica e importancia, lo cual explica que los antes presuntos adversarios ideológicos irreconciliables: PRI y PAN, ahora se presentarán aliados a las urnas en distritos electorales locales, federales y municipios, en lo que será un ensayo general de coalición para la lucha por la gubernatura dentro de dos años.
Uno y otro han sido en determinados momentos la primera fuerza electoral en la entidad, pero ahora tienen reducido peso institucional en el Poder Legislativo y en las demarcaciones municipales, si bien el priismo gobierna el Estado. Los analistas políticos más calificados consideran a la coalición “Va por el Estado de México” un ensayo general para una alianza en el 2023, para impedir un triunfo de Morena.
LA CORRELACIÓN DE FUERZAS DEL 2018
Serán los 12 millones 400 mil ciudadanos con derecho al voto, quienes decidirán el próximo domingo en las urnas la nueva correlación de fuerzas partidistas en el Estado de México, los triunfos y derrotas, en particular, en la Legislatura 61, cuyo período de tres años iniciará el 5 de septiembre de este año.
En el 2018 le dieron el triunfo a Morena en 29 de los 45 distritos; al PT, en 7; al PES, en 5; al PAN en 3; y al PRI sólo en uno. Las bancadas crecieron numéricamente con las diputaciones de primera minoría y representación proporcional. Esta correlación de fuerzas al interior de la Cámara de Diputados Locales es la que busca alterar en su beneficio la coalición PRI-PAN-PRD, y mantener, mientras Morena-PT y Nueva Alianza buscarán mantener la mayoría.
LA LUCHA POR LAS COMUNAS
Morena gobierna casi todos los grandes municipios: Ecatepec, Toluca, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Tultitlán, Valle de Chalco Solidaridad, Metepec y los emblemáticos para el PRI: Atlacomulco y Tianguistenco.
Ahora la alianza “Va por el Estado de México” confía en que la suma de militancia y votos les permita recuperar importantes espacios de poder en la Cámara de Diputados y en los municipios. Es posible esa reconquista. Lo que está por verse es cuántos distritos y ayuntamientos ganarán y cuáles.
Los resultados de las encuestas, la mayoría sesgadas, pero algunas muy serias, indican que será una sorpresa si Morena gana en Huixquilucan, y si la alianza triunfa en Ecatepec, Toluca, Tultitlán, Coacalco, Valle de Chalco y Atizapán de Zaragoza.
Estos ejercicios demoscópicos prevén disputas cerradas en Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Metepec. Chimalhuacán parecía escriturado a “Antorcha Campesina”, pero su violencia contra activistas de Morena indica que teme perder.