COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
MALA IDEA PRIVILEGIAR LA LUCHA POR SAN LÁZARO
Y OLVIDARSE DE LOS PRÓXIMOS AYUNTAMIENTOS
Los procesos electorales, cuyo acto fundamental se efectuó ayer en las urnas, fueron examinados desde los prejuicios ideológicos e intereses de la ultraderecha empresarial, a la cual se plegaron dócilmente PRI, PAN y PRD. Dos graves errores fueron inducidos por esta alianza partidos-plutocracia: conferirle casi exclusivamente característica de plebiscito sobre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, y presentar a esa coalición como opositora.
Toda consulta electoral es, en cierto sentido e implícitamente, un plebiscito sobre determinado gobierno, pero las elecciones legislativas de ayer no lo fueron cabalmente, porque no se trató solo de la contienda por las curules de San Lázaro; es decir, autoridades federales, sino también de la ratificación o rechazo de los votantes al desempeño de 15 gobernadores y cerca de 2 mil autoridades municipales; es decir, gobiernos locales.
El otro error fue presentar como verdad absoluta la dicotomía gobierno-oposición, como si de verdad en el país uno fuera el gobierno y otros los partidos opositores, cuando la realidad fue y sigue siendo muy distinta. Los poderes Ejecutivo y Legislativo federales son de Morena, pero ayer se disputaron 15 gubernaturas, y en 14 de ellas el partido del presidente López Obrador era opositor, por lo que sólo con el propósito de confundir, desinformar y obtener beneficios electorales pudo sostenerse con desfachatez que hubo un plebiscito en México.
De las elecciones municipales y legislativas locales de 30 estados, el Movimiento de Regeneración Nacional contendió como oposición en 23. Sólo es gobierno en Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Morelos y Baja California (el gobierno de esta última entidad federativa fue el único de éstos en juego y, al parecer, lo mantendría).
En estas condiciones, presentar los procesos electorales federales y locales como un plebiscito a la gestión del presidente López Obrador, cuando las contiendas federales fueron por 300 distritos, y las locales involucraron mil 063 distritos y cerca de dos mil ayuntamientos, es un despropósito. Interesadamente se insistió mucho en que si Morena no ganaba las 15 gubernaturas habría fracasado.
Políticamente, en nuestro país el término “oposición” ha cambiado, y no es ya lo que era cuando el PRI ganaba todas las elecciones y la oposición, nada. Ahora un partido puede ser gobierno en un estado y oposición en otro, y dentro de una misma entidad federativa puede ser oposición en varios municipios, incluyendo los más importantes, y en la Legislatura Local, como ocurre u ocurría hasta al menos hasta el sábado anterior en la entidad mexiquense.
La verdad es que, si Morena conserva Baja California y gana 2, 3, 4 o más estados, el fracaso será de quienes los tenían en su poder, no de quien no ganó el resto. El enfoque de los supuestos especialistas en el tema ha sido equivocado, pero no por ignorancia, ni por deficiencias instrumentales o conceptuales de los análisis, sino porque los expertos expusieron deseos y confundieron la realidad política, social, económica y, específicamente, electoral, con esos deseos, los cuales a su vez, estuvieron motivados por sus intereses económicos o ideológicos o por una mezcla de ambos.