ARRIESGARON MEDIOS INFORMATIVOS CREDIBILIDAD:
SI EL PRI-PAN-PRD PERDIÓ, ELLOS TAMBIÉN PERDIERON
MAXIMILIANO CASTILLO R.
En las elecciones de ayer, como nunca había ocurrido, los medios informativos también arriesgaron mucho: su credibilidad, porque participaron en las contiendas como opositores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Jamás en la historia la prensa escrita y electrónica había actuado en los procesos electorales como parte interesada en sus resultados, como ahora.
Los lectores, televidentes y radioescuchas mejor informados y con sentido común supieron distinguir entre la información electoral pagada por los partidos y la manipulada, disfrazada de noticias o reflexiones del poder fáctico mediático, involucrado en las contiendas al lado de la coalición “Va por México”, integrada por el PRI, PAN y PRD.
No es aventurado sostener que, sin la posición opositora de los grandes medios informativos, los resultados de la alianza citada hubieran sido peores para la misma, pero de cualquier manera, si no logra arrebatarle a Morena-PT-PVEM la mayoría absoluta, como fue su prioridad, el fracaso alcanzará a diarios impresos, cadenas de televisión y de estaciones radiodifusoras.
De acuerdo con estudios de especialistas y resultados de encuestas especializadas, difundidas por los propios medios informativos, más del 60 por ciento de los mexicanos se enteran de los acontecimientos noticiosos por los medios convencionales, particularmente por la televisión abierta, y en menor medida, por la de paga o por cable. Los diarios y revistas informan a un porcentaje ínfimo.
Sin embargo, las mismas encuetas indican que de quienes conocen las noticias por esos medios informativos, apenas 28 por ciento las cree; es decir, más de la mitad no les da crédito a su información y análisis, lo cual ya representa un serio problema de confianza y credibilidad ciudadana.
Disponer de apenas el 28 por ciento de credibilidad es un problema serio de los medios informativos, pero mover ese porcentaje al terreno electoral; es decir, traducirla en votos, es mucho, indiscutiblemente .Empero el caso es que esa porción de quienes confían en la antes llamada genéricamente como “prensa” incluye a la clientela cautiva de los partidos de la coalición “Va por México”.
Son los mismos convencidos de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es malo y debe cambiarse, por lo que está por verse cuántos sufragios adicionales fueron a esos votos cautivos fueron capaces de aportar los medios informativos a los brazos electorales (PRI, PAN y PRD) de la ultraderecha empresarial.
Si el apoyo electoral del PRI. PAN y PRD no fue mayor claramente al que haya obtenido MORENA y sus aliados, los grandes medios informativos habrán perdido mucho en credibilidad, y ese 28 por ciento se reducirá mucho a futuro, y quedará convertida en polvo aquella equivocada creencia altamente rentable para las empresas del ramo, de que la prensa podía construir exitosas carreras políticas y destrozar a partidos y a políticos.
Nunca la prensa había arriesgado tanto, porque nunca, desde el gobierno de don Francisco I. Madero, había formado parte de la oposición al Poder Ejecutivo Federal, como lo fue ahora por los motivos expuestos desde hace tiempo en este espacio de reflexión de “El Espectador”. Su apuesta fue arriesgada, y si perdió, le será muy difícil recuperar ese 28 por ciento de credibilidad que tenía.