*Impedir fugas de fondos ayudará mucho al cumplimiento de funciones.
De la redacción
(Segunda parte)
Las nuevas condiciones económicas, sociales, académicas y sanitarias exigen un uso racional extremo de los fondos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM); es decir, evitar la fuga de recursos presupuestales, sostuvo Victorino Barrios Dávalos, titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la institución.
Esta figura de prevención y fiscalización de irregularidades administrativas forma parte del esfuerzo institucional para combatir y erradicar la corrupción en el sector público mexiquense, y no existía en la UAEM.
Por esta razón, más su denominación de “Interno”, con frecuencia se le confunde con la anterior Contraloría Interna, cuyo titular era propuesto por el rector de cada momento y, por lo tanto, era su subordinado, con todo cuánto ello implicaba en términos de libertad para actuar.
Barrios Dávalos fue designado por la representación popular mexiquense, de la cual varios años fue Contralor. Además, es académico de la propia Máxima Casa de Estudios mexiquenses. En la segunda parte de la entrevista se refirió a esta su condición de universitario y explicó que por eso su compromiso con la institución es evidentemente doble.
Explicó que el nuevo rector, Carlos Eduardo Barrera Díaz, deberá luchar para erradicar las prácticas y vicios acumulados durante muchas décadas en la institución, los cuales se traducen en fugas de fondos, indispensables para el cumplimiento de las funciones sustantivas de docencia, investigación, extensión y difusión de la cultura. “Contribuir a lograr eficacia, honestidad y transparencia en el ejercicio del presupuesto será su meta”, adelantó.
A manera de ejemplo, Barrios Dávalos explicó que debe desecharse la tradición de contratar bienes y servicios y encargar obras, generalmente con sobreprecio a familiares y amigos de los altos funcionarios universitarios.
El número de comisionados también debe reducirse a lo estrictamente justificado, porque cuando no es así la Universidad distrae recursos que debe destinar a quienes despliegan esfuerzos en favor de ésta. “Ex excesivo el número y estoy examinando el tema para proponer solución”, especificó.
De la misma forma, apuntó, “no debe gastarse en lo que no es necesario para el cumplimiento de los objetivos de la Universidad”, e insistió en la urgencia de fortalecer la capacidad de gestión de las nuevas autoridades universitarias, debilitada por el desprestigio que le ocasionó la corrupción de la llamada “Estafa Maestra”.
Por ello, resaltó, “es conveniente esclarecer lo ocurrido; que paguen los pocos corruptos que perpetraron los delitos, pero no la institución, ni la comunidad entera, integrada por más de 105 mil personas”.
El jefe del OIC comentó que otro aspecto a resolver es el perfil de personal, porque “en el pasado se incurrió en el error de incorporar a las nóminas a personas sin el perfil profesional indispensable para un desempeño eficaz en beneficio de la institución y su comunidad de alumnos, maestros y administrativos”, concluyó Barrios Dávalos, quien goza de fama de implacable enemigo de la corrupción e incorruptible.