*Sus lectores son las élites económicas y calumnió a la Revolución Mexicana.
De la redacción
En una corta reflexión, pero con perspectiva histórica, Lorenzo Meyer, uno de los más sólidos historiadores mexicanos, se refirió a la publicación de la portada de la revista inglesa “The Economist”, en la cual aparece el presidente Andrés Manuel López Obrador y el título de “El Falso Mesías”.
Recordó que la misma publicación calumnió a la Revolución Mexicana tan pronto cayó la dictadura de Porfirio Díaz y, antes, había hablado elogiosamente del hombre que duró 34 años en el poder. El intelectual opinó sobre el contenido y la portada de “The Economist” en el noticiero de Carmen Aristegui.
A Díaz lo presentó como el gran salvador de México y aplaudió a quien consideró un estadista empeñado en modernizar al país. De la Revolución Mexicana habló pestes. No es casual la adhesión del medio informativo en cuestión a las causas de la derecha internacional y sus servicios al gran capital mundial, particularmente del de origen inglés.
De acuerdo con una revisión de “El Espectador” al comportamiento de la gran prensa internacional más de un siglo después, como varios grandes medios informativos internacionales, exaltaron la figura y condición de estadista de Enrique Peña Nieto. Como a Porfirio Díaz, también le otorgaron el título de “salvador de México”.
Los aplausos se incrementaron cuando mediante sobornos a senadores del PAN se aprobó la reforma energética, y elevaron a Peña Nieto casi a la altura de santo laico cuando duplicó la deuda pública en relación con el monto que había acumulado desde la Independencia hasta el 2018.
Antes, los medios informativos ingleses apoyaron la restauración del imperio francés por parte de Napoleón Bonaparte, justo en la línea ideológica señalada por Meyer. Ahora “The Economist” agregó a sus posiciones derechistas y al servicio de las élites económicas mundiales, la arrogancia, soberbia y acciones claramente injerencistas, al pedir a los mexicanos que votaran en contra de Morena.
Desde la cúspide del poder mediático capitalista y comportamiento colonialista, pide también al gobierno de Estados Unidos que intervenga en los asuntos internos de México, en un absoluto desprecio a la dignidad y decisión de los mexicanos.
Lorenzo Meyer recordó que la citada publicación inglesa no es leída, ni siquiera conocida por el mexicano promedio, pues está dirigida las élites económicas, pero en este caso buscó que su llamado injerencista fuera reproducido por los grandes medios informativos mexicanos, para que se difundiera lo mismo que sostienen los adversarios de Morena; es decir, se trató de vulgar propaganda electoral del PRI-PAN-PRD.