Razones y Sinrazones… El Caso de la UPPIAC – Jairo A. Tell

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RAZONES y SIN RAZONES… El caso de la UPPIAC.

Jairo A. Tell

 “El poder al listo lo vuelve tonto y al tonto, lo vuelve más tonto. Así lo ha expresado Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. Caray, ver para creer, aunque la emergencia sanitaria estaba en su peor momento, esto no fue obstáculo para que personajes enfermos de poder y con una irresponsabilidad  manifiesta citaran a sus compañeros para que les apoyaran en sus protestas. Sin importarles exponer a los miembros de su organización a un contagio masivo de COVID- 19. Convocaron a sus agremiados (Todos ellos de la tercera edad y por lo tanto grupo vulnerable) para hacer bola frente al palacio de gobierno y frente a la cámara de diputados. Con ello tratarían de llamar la atención de las autoridades para, según ellos, conseguir “beneficios” para sus compañeros. La realidad es que, escondían  sus negros propósitos pues los beneficios que persiguen es hacerse visibles para llamar la atención de las autoridades de ISSEMyM, quienes por cierto, le siguen jugando al gato y al ratón. Al no otorgar el apoyo económico que durante años se viene dando a este conglomerado para el desarrollo de sus actividades.

 El caso aquí referido  es el de la Unión de Pensionados y Pensionistas del ISSEMyM A.C., que suigeneris por donde se le vea, pues desde las elecciones de 2019 varias personas que se ostentan como líderes no han cejado en su intento de desestabilizar a quien ocupa el cargo de presidente, el golpeteo por consiguiente es constante. Es de llamar la atención el que varios de estos personajes hayan tenido en sus manos la conducción de esta organización y que no conformes con su muy cuestionada actuación, hoy pretendan regresar a como dé lugar a dirigir dicha organización. Durante la gestión de varios de ellos ha habido sustracción de bienes muebles, equipos de cómputo y mobiliario, como ha quedado asentado en actas. Ahora resulta que, los personajes en cuestión, se han convertido en paladines de la justicia. Aquellos personajes que denostaron y ningunearon a los jubilados durante su gestión. En particular, no debe olvidarse que quien firma varios de los comunicados negó la ayuda y colaboración a los miembros del grupo de miércoles Jubilosos, en los salones verde y naranja respectivamente bajo el pretexto de que éstos eran autofinanciables y autosustentables.

 Me refiero naturalmente a Raymundo Hernández Mendoza quien en distintas ocasiones negó la ayuda a este sector de los agremiados de la UPPIAC y dio nulo apoyo a la delegación 20 que quedo acéfala durante todo el trienio por la ausencia de su presidenta de membrete a quien se conocía como la licenciada Araceli. Desde luego se debe hacer un apunte al calce, pues dentro de la directiva saliente hubo personas que realizaron impecablemente su trabajo y no sería justo medir con el mismo rasero. Por otra, expresidentes de la UPPIAC, interesados en remover a toda costa a Juan Costilla Gregorio argumentan que no ha luchado por los intereses de la citada organización, sin tomar en cuenta la emergencia sanitaria, razón por la cual ISSEMyM tuvo que hacer uso de los inmuebles que estaban en comodato a favor de este conglomerado. En una de las tantas circulares que se difundieron por redes sociales, se esgrime la legalidad basada en los estatutos de la Unión, no obstante, como en un juego de futbol, el árbitro es la máxima autoridad, y en este caso, el órgano electoral determino dar la constancia de triunfo a Costilla Gregorio. Como se dice cuando se rompe la piñata, a los contreras, “Y su tiempo se acabó, se, acabó”. Por cierto, Raymundo Hernández Mendoza convoco a una reunión para, según el hacer valer la legalidad. Para Ripley. Pues opero de la misma manera para ganar la elección que le llevo a la presidencia de la UPPIAC. ¿Hoy llama ilegalidad a eso? se cuestionan los jubilados.

En otro tenor, bajo una sospechosa y amañada reunión, Hernández Mendoza y sus secuaces hicieron la pantomima para, según ellos nombrar a una nueva directiva, cosa por demás ilegal y hasta inmoral. Para empezar, no existía el cuórum legal pues solo se reunieron aproximadamente 144 personas entre acarreados y personas jubiladas que fueron casi obligadas a asistir mediante engaños. De igual manera se llenaron hojas en blanco hasta por triplicado. Aquellos (los acarreados), llegaron en dos autobuses con una manta verde al frente.  . Esto ocurrió al filo de las 10:30 hs. en el auditorio del colegio de abogados, cito en Horacio Zúñiga 901. Colonia Morelos 

Resulta curioso que, ya avanzada la gestión del actual presidente de la UPPIAC, pretendan dar un golpe de estado con solo unas cuantas personas que apoyan a la disidencia, cuyo deporte favorito es ser la contra; así lo hizo Everardo López Pérez durante toda la gestión de Raymundo Hernández Mendoza. Otros personajes que son la mano que mece la cuna son: Ignacio Salgado, (perdedor en la pasada elección y abanderado de la planilla blanca), Manuel Rangel, expresidente de la UPPIAC, e Ignacio Rodríguez, También expresidente de la UPPIAC. Suponiendo sin conceder, que tuviesen la razón, el cuórum legal asilaría entre los 35,001 pues son casi 70,000  jubilados, pero siendo muy benevolentes supongamos que son 5, 000 entonces el cuórum legal sería de 2,501, cifra que en nada se parece a los 144 asistentes a este pequeño auditorio. Por otra parte, se supone que quien dice haber ganado la elección del 2019, ya tenía conformada una planilla, luego entonces, no se ve la necesidad de nombrar a otros integrantes, Caray, la voracidad de algunos políticos no tiene límites. Ahora amagan con tomar las instalaciones de la UPPIAC por la fuerza apoyados también en medios Chayoteros de comunicación. Ahora a la mejor manera del PRIAN-RD-MC están unidos en esta iniciativa, caray, lo dicho “Ver para creer”

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