*Varios gobernadores están presos por corruptos y vínculos con narcotraficantes.
De la redacción
La captura de Roberto Sandoval Castañeda, ex gobernador de Nayarit (2011-2017) el día de las elecciones más grandes de la historia, se suma a la de otros ex mandatarios estatales actualmente presos o liberados, prófugos o asesinado, como fue el caso de Aristóteles Sandoval, ex gobernante de Jalisco, de acuerdo con una revisión de “El Espectador” al tema.
En estos momentos está sujeto a investigación el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, por actos de corrupción, vínculos con narcotraficantes, operación con recursos de procedencia ilícita, además de defraudación fiscal equiparada, delito este último por el cual fue ya desaforado.
Junto con Sandoval Castañeda fue detenida su hija Lidy Alejandra Sandoval López, coacusada de su padre en los mismos ilícitos y quien lo acompañaba en su huida por el territorio nacional.
De acuerdo con la información oficial, fue difícil detener al ex mandatario nayarita, porque se movía de una entidad y de una ciudad a otra, pues en ocho meses de persecución ocupó 40 domicilios, cateados en Nayarit, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México, Estados Unidos y Nuevo León. En Linares, ciudad de este último estado, fue aprehendido.
Los problemas del ex mandatario nayarita surgieron cuando quien era fiscal general de Justicia de su sexenio, Edgar Veytia, fue detenido en Estados Unidos, por vínculos con el “Carel Jalisco Nueva Generación”, e involucró al gobernante, por lo cual lo investiga también la justicia estadounidense.
Lo ocurrido con Sandoval Castañeda rebasa con mucho el ámbito meramente policiaco: refleja más bien los desmesurados y extendidos niveles de corrupción que prevalecieron en los gobiernos federal y estatales. Estos últimos todavía incurren en enriquecimiento ilícito.
El ex mandatario de Nayarit se unió a la lista de ex mandatarios encarcelados por robar fondos públicos, para lo cual utilizaron diversas modalidades, con el notorio caso de Roberto Borges, de Quintana Roo quien encontró un nueva forma de apoderarse de bienes estatales: transfirió centenares de hectáreas de terrenos en zonas turísticas, a un precio de 80 centavos el metro cuadrado.
La lista de ex mandatarios estatales encarcelados en México y Estados Unidos por corruptos y vínculos con la delincuencia organizada es larga: Javier Duarte, de Veracruz; Roberto Borges, de Quintana Roo; César Duarte, de Chihuahua; Jesús Reyna, de Michoacán; Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, de Tamaulipas (antecesores de García Cabeza de Vaca); Humberto Moreira, de Coahuila. Y antes, Andrés Granier, de Tabasco.
Todos, cuadros del PRI y presentados en su momento por Peña Nieto como los nuevos rostros de ese partido: jóvenes, preparados, honestos, eficaces, brillantes, alejados de los viejos vicios de sus correligionarios de mayor edad.
Por eso esta nueva detención, opacadas como noticia por las elecciones legislativas federales y locales y de ayuntamientos, tiene connotación de la descomunal corrupción de quienes fueron exaltados como ejemplos del nuevo PRI.