Macario Lozano
El problema de los periodistas mexicanos ejecutados necesita solución; es decir, las autoridades deben garantizar la seguridad y protección de la integridad física y vida de los informadores profesionales y castigar a quienes los asesinan.
De la misma forma las organizaciones de periodistas exigen y con razón que se llegue hasta quienes ordenan quitarles la vida y a los funcionarios coludidos con la delincuencia organizada.
Los periodistas de publicaciones modestas de ciudades pequeñas deben disponer de las mismas garantías y seguridad para desarrollar sus actividades que tienen quienes escriben en grandes medios informativos en la capital de la República y de las grandes urbes mexicanas. Éstos critican, inclusive difaman e insultan al propio presidente López Obrador, sin riesgo alguno de sufrir represalias.