*México sigue siendo un país peligroso para ejercer el periodismo.
De la Redacción
Otro condenable asesinato de periodista ocurrió en Ciudad Acuña, Coahuila. Se trató de Saúl Tijerina Rentería, de 25 años, quien cubría información de nota roja o policíaca.
Desde hace varios años los informadores profesionales que cubren fuentes policíacas son quienes padecen la represión, que va desde amenazas, secuestros y agresiones, hasta tiros y ejecuciones.
Esto deberían ya tomarlo en cuenta las autoridades correspondientes, porque es una realidad que se debe atender y erradicar tanto a nivel estatal como federal, pues el peligro de muerte para estos periodistas es alto en las zonas dominadas por la delincuencia organizada que, de esta forma, también impide el ejercicio de la libertad de expresión.
Las víctimas generalmente son periodistas de bajos ingresos, quienes dejan desamparadas y en la pobreza a sus familias, por ello resultan condenables estas agresiones, pero más las mortales.
La situación se agrava, porque casi todos los homicidios de periodistas quedan impunes y muchos intereses antipopulares los utilizan para lucrar políticamente.