De la Redacción
El mundo del editorialismo gráfico, como indiscutiblemente lo es la buena caricatura política, perdió a uno de sus mejores exponentes con el repentino fallecimiento de Antonio Helguera, quien murió de un infarto a los 55 años.
El extraordinario caricaturrista de “La Jornada”, quien igualmente co-conducía un programa producido y difundido por medios públicos, murió de un ataque fulminante al miocardio, cuando aún tenía mucho que aportar a su actividad. Se extrañará su talento, agudo humor y visión crítica de la realidad política de nuestro país y el mundo. Descanse en paz.