*Mejoró panorama para PRI, pero estará el resquemor por fracasos en 12 estados.
De la redacción
No sorprendieron las numerosas derrotas de Morena y sus aliados en las elecciones legislativas federales y locales y de cabildos en el Estado; al contrario, extrañaron sus muchos triunfos, pues se trata de un partido sin organización, dirigencia eficaz ni trabajo entre el pueblo, aseguró Jorge Iván Frausto Leal, académico y articulista de “El Espectador”, al comentar sobre el tema.
En el Estado perdió municipios estratégicos, aunque conservó otros e incluso conquistó Ixtapaluca y Chimalhuacán, los cuales parecían escriturados a Antorcha Campesina. “Morena ganó todo en ambas demarcaciones, algo sorprendente si se toma en cuenta su desorganización a nivel seccional, municipal y estatal”, recalcó.
El analista sostuvo en seguida que, de todos modos, “los resultados constituyeron un avance de la coalición ‘Va por México’, o al menos para el PRI y el PAN, porque el PRD no contó y más bien estorbó con su oportunismo e incongruencia”.
Morena perdió numerosos distritos electorales locales y federales, pero aun así, ganó más que la alianza adversaria. “Un resultado positivo para ese partido, si se parte del hecho de que enfrentó a una alianza de partidos grandes, de los cuales el PRI fue hegemónico hasta 2018, y gobierna al Estado”, destacó.
Estos resultados impactarán desde ahora el escenario de la lucha por la gubernatura de 2023, porque mejoraron la posición del PRI, aunque con la ayuda de su antes adversario irreconciliable, el PAN. “Hasta el sábado 5 de junio parecía que sólo era cuestión de tiempo para que Morena ganara el Ejecutivo mexiquense, pero ahora esa percepción ya no es generalizada”, comentó Frausto Leal.
“En el Estado de México, la alianza ‘Va por México’ tuvo buenos resultados, pero fracasó rotundamente en todas las elecciones estatales. En 12, PRI, PAN y PRD fueron unidos: en todas perdieron. Y de los tres casos donde presentaron candidatos propios, el PRI no ganó uno solo; es decir, fue derrotado en las 15 contiendas”, abundó.
También Acción Nacional tuvo saldo negativo. En Querétaro y Chihuahua, en donde no hubo alianza, ganó y retuvo en sus manos las gubernarturas. En cambio, en Baja California Sur y Nayarit, donde también es gobierno, el apoyo del PRI y del PRD de nada le sirvió pues entregará esos estados a Morena.
Esos resultados generaron corrientes internas en ambos partidos contrarias a las coaliciones. En el caso del PRI, hay ya severas críticas a su dirigente nacional, Alejandro “Alito” Moreno, por haber perdido todas las gubernaturas en disputa.
“Hay grupos internos del tricolor que piden la renuncia del gobernador de Campeche con licencia, porque ni siquiera en su entidad federativa pudo ganar. Con la agravante de que el sobrino del dirigente e impuesto candidato, Cristian Castro, quedó en tercer lugar”, señaló.
“Y no sabemos si con esos antecedentes, priistas y panistas mexiquenses quieran ir juntos otra vez en 2023 para la elección de gobernador”, reiteró el editorialista de este semanario y apuntó: “el PAN quedó aquí abajo del PRI en votación. Y de darse la alianza, el tricolor exigirá sea un cuadro suyo el candidato, lo cual chocaría con los planes del PAN, que desde hace más de un año impulsa abiertamente las aspiraciones de Enrique Vargas del Villar, su joya”.
Entre los aspectos políticos y electorales que cambiaron están los triunfos en los comicios legislativos federales y locales, y de ayuntamientos. Los cuadros priistas triunfadores buscarán la candidatura de su partido, y no se resignarán a que se postule a un panista. Y lo mismo ocurrirá entre los cuadros del PAN.
“Es difícil prever cómo estarán las cosas allá por enero de 2023, porque los resultados de estas elecciones impactaron y cambiaron radicalmente el escenario político, de una manera imposible de imaginar hace tan solo treinta días”, concluyó.