*Lejos de ser derrotado, ese partido y la 4T avanzaron en la conquista de territorio y población.
De la Redacción
Hasta el 5 de junio pasado, 7 mandatarios estatales de Morena gobernaban a casi 37 millones de mexicanos, dispersos en una extensión territorial conjunta de 357 mil kilómetros cuadrados. Solo en esa superficie se aplicaban los objetivos de la cuarta transformación de combate a la corrupción, la impunidad, la pobreza y la desigualdad.
Antes de finalizar este año Morena tendrá 17 gobernadores, quienes en conjunto gobernarán a 61 millones 370 mil mexicanos, asentados en cerca de 941 mil kilómetros cuadrados. Y con sus aliados mantendrá su actual mayoría absoluta en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Este cambio de escenario, resultado de las elecciones de 15 mandatarios estatales de este año, no los han interpretado correctamente los líderes nacionales del PRI y del PAN, cuyos partidos de supuesta ideología contraria se unieron para arrebatarle al morenismo la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados Federal, desplazar a Morena de B.C., mantener las 13 gubernaturas en su poder y recuperar Monterrey, en manos de un político independiente.
Perdieron 13 de esas 15 gubernaturas en juego, y las de Querétaro y Chihuahua las ganó solo el PAN, sin el PRI. Y todavía en sus spots, difundidos en las cadenas nacionales de televisión, Marko Cortés insiste en que la coalición ganó y detuvo el avance de Morena, quien perdió.