Sufrieron Floricultores la Peor Crisis Económica en Su Historia por la Covid-19

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*Enfrentaron caída de ventas y las consecuentes pérdidas económicas.

De la redacción

Tenancingo, Mex.- Este municipio y los de Villa Guerrero y Coatepec Harinas padecieron la peor crisis económica de su historia, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, dio a conocer el agrónomo Rafael Alvarado Navarro, académico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

Docente del Centro Universitario Tenancingo de la institución y experto en floricultura, detalló que el coronavirus afectó severamente la economía de los productores de flor, incluso la extensión destinada al cultivo de rosa se redujo 40 por ciento y, en el mejor de los casos, se sustituyó con la siembra de arándano, jitomate o pepino.

No obstante, el ingeniero agrónomo destacó que estos problemas sirvieron también para que los floricultores reflexionaran sobre la conveniencia de mejorar la calidad de la flor, ser más competitivos e identificar otros mercados.

Alvarado Navarro, quien también asesora a productores de flor, informó que ante la serie de problemas configurados con la crisis económica ocasionada por el Covid-19 se recurrió a una serie de medidas como la disminución de los fertilizantes y su sustitución con el uso de composta y otros nutrientes.

El académico destacó la disposición de la UAEM, a través de su Centro Universitario Tenancingo a respaldar a los floricultores y adelantó que, tan pronto lo permitan las condiciones de la pandemia, alumnos de la institución reanudarán su asesoría a campesinos, para que eleven producción y productividad.

Había información de los efectos negativos de la pandemia en las actividades florícolas en los municipios dedicados a las mismas, pero no con la precisión y detalles aportados por el académico de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, conocedor a fondo por su profesión y presencia en la región.

Rafael Alvarado informó que otro de los efectos desastrosos de la pandemia en la floricultura fue la pérdida de empleos, pues la producción de flor ocupa mucha mano de obra, pero al reducirse la superficie cultivada se requirieron menos trabajadores y también menos espacio de las parcelas, lo cual ocasionó el cierre de invernaderos.

Otra de las medidas adoptadas para atenuar los efectos de la crisis fue la disminución de fungicidas, que impactó negativamente en los rendimientos de las superficies cultivadas.

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