*La manobra para ganarle a Félix Salgado la candidatura, sirvió al antiamlismo.
DE LA CORRESPONSALÍA
Acapulco, Gro.- La renuncia de Irma Eréndira Sandoval Ballesteros a la Secretaría de la Función Pública (SFP) federal no sorprendió en el estado de Guerrero. Morenistas y sus adversarios la esperaban.
Estos últimos fueron determinantes en el alejamiento de la política guerrerense de izquierda del gabinete presidencial, en donde al principio gozó de aprecio y respeto de sus pares y de la confianza del titular del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, recordaron militantes de Morena en este puerto.
En opinión de varios entrevistados, “el mandatario reconoció la participación de la familia de Irma Eréndira en las luchas de la izquierda de Guerrero, especialmente de su abuelo, Pablo Sandoval y de su padre, Pablo Sandoval Ramírez, quien fue militante de las juventudes comunistas del Partido Comunista Mexicano (PCM)”.
“Los Sandoval fueron buenos para el debate ideológico, pero no para la organización partidista, ni tuvieron arraigo popular. Su influencia fue grande en el campo universitario y en los cuadros de la izquierda que se abstuvieron de intervenir en las luchas guerrilleras de Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos”, recordó Donato Carmona.
Con estos antecedentes, el tabasqueño le confió a Irma Eréndira la lucha contra la corrupción; y “contrariamente a lo que decían y dicen sus detractores de la derecha, aportó mucho a esa causa, pero a su hermano Amilcar lo cegó la ambición de poder, y se alió en la maniobra de priistas para descarrilar la candidatura del senador Salgado Macedonio, seguro de que eso le permitiría quedarse con la postulación”, comentó, a su vez, Jerónimo Salas Barrientos.
Los adversarios de López Obrador, de Morena y de la cuarta transformación actuaron con un doble o triple fin: lograr que Amilcar fuera candidato a gobernador, para poder vencerlo, dado su casi nulo arraigo popular en Guerrero.
El segundo objetivo fue golpear al presidente de la República con lo de las carpetas de investigación por violaciones abiertas a Salgado Macedonio, aprovechando la cercanía de ambos; y, como tercer objetivo, detener y revertir la expansión de Morena en Guerrero, explicó el entrevistado. Lograron afectar al senador, pero más a López Obrador, en contra quien se fueron todos los grupos de interés.
Lo presentaron como protector de un abusador sexual, en una campaña mediática brutal, a la cual dio lugar la maniobra de los priistas y a la que se prestó Amilcar. Y muchos morenistas atribuyeron intervención de Irma Eréndira en esa campaña.
“Lo que pasó fue que se hizo pública una reunión de Amilcar Sandoval con quienes tenían esos tres objetivos. Fracasaron en mantener Guerrero en sus manos, en debilitar al presidente de la República y en derrotar a Morena, pero los platos rotos los pagaron los Sandoval Ballesteros, no ellos; sobre todo, Irma Eréndira, pues Amilcar como consolación será diputados federal”, concluyó Salas Barrientos.
