*Los malos resultados del PRD en el Estado lo atribuyen a Cristian Campuzano.
De la redacción
Menos de 11 meses después de haber sido electo presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en suelo mexiquense, Cristian Campuzano Martínez se echó en contra a los cuadros de su partido, quienes ahora piden su renuncia ante los malos resultados obtenidos en las urnas hace un mes.
En desplegado los legisladores locales y alcaldes electos, lo mismo que miembros de su directiva, responsabilizaron al político de haber ofrecido malas cuentas, comparadas las metas fijadas antes de arrancar los procesos legislativos locales.
La directiva estatal perredista se jactó de contar con el 25 por ciento del padrón nacional de militantes; es decir, 300 mil afiliados en suelo mexiquense, reconocidos por el Instituto Nacional Electoral (INE).
El propio Campuzano Martínez, en diversas entrevistas consideró factible que cada afiliado convenciera a otro elector o a más de uno, lo cual permitiría al PRD alcanzar al menos 600 mil o 700 mil sufragios.
Las cosas no salieron así: el 6 de junio ni siquiera toda la militancia acudió a las urnas o si lo hizo, votó por otros partidos, porque el del sol azteca, a pesar de su alianza con el PRI y el PRD, sus presuntos adversarios ideológicos históricos, apenas rebasó los 240 mil votos, y con dificultad llegó al 3.7 por ciento de la votación total válida.
De haber perdido 8 puntos decimales, se hubiera quedado sin diputados de representación proporcional y, lo más doloroso para sus dirigentes, especialmente los nacionales, sin prerrogativas del INE.
El PRD gobernará 8 municipios, pero de escasa población y presupuesto, pero esperaba 25 triunfos; en cambio, perdió Nezahualcóyotl, la demarcación con el segundo mayor peso demográfico del Estado, después de Ecatepec; y Tultepec. Los habitantes de éste último municipio suman más que los 8 que ganó el perredismo.
De la misma forma, la dirigencia estatal del partido del sol azteca esperaba ganar entre 10 y 12 diputados locales, entre de mayoría, de representación proporcional y de primera minoría, pero sólo su anterior dirigente, Omar Ortega Álvarez, ganó el distrito de Coacalco, con apoyo del PRI y del PAN, en total contará con 4 curules, una más que las actuales. Sus dos diputadas perdieron la reelección. Este escenario negativo lo atribuyen al líder, de quien piden su cabeza.