1-Será difícil que en América Latina se crea que Estados Unidos fue ajeno a la conspiración que dio muerte al presidente de Haití, Jovenel Moïse, porque su brazo ejecutor, la CIA, ha estado presente, organizado y financiado sangrientos golpes de Estado en esta subregión del continente americano, inclusive asesinatos como el de Salvador Allende en Chile, en 1973 y prominentes líderes de izquierda refugiados en otros países, como la siniestra “Operación Condor”.
Por cierto, nada más es de imaginar el escándalo que estarán armando los grandes medios informativos mexicanos si hubieran sido ex militares cubanos o venezolanos quienes hubiesen asesinado al presidente haitiano y no los colombianos.
2-Tampoco sorprende la reacción del gobierno estadounidense ante las protestas en Cuba, pues mantiene un bloqueo económico a ese pequeño país desde hace más de 50 años.
En cambio, guarda silencio ante las multitudinarias manifestaciones que se organizan en las ciudades de Colombia en contra de su protegido, el presidente Iván Duque, que han sido reprimidas con muertos, lesionados y encarcelados.